La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días anunció un nuevo aporte de agua para el Gran Lago Salado, en Utah, como parte de un esfuerzo conjunto con diversas organizaciones estatales y ambientales.
El acuerdo contempla una “liberación de agua” desde el Lago Utah, es decir, una descarga controlada que permite trasladar millones de galones de agua almacenada hacia el Gran Lago Salado, a través del río Jordán.

En total, serán liberados 12,300,000 m³ de agua que llegarán a las bahías de Farmington y Gilbert. Además, la Iglesia aportará un arrendamiento a largo plazo de entre 1,3 y 2,4 mil millones de galones adicionales de agua cada año.
Esta colaboración incluye también al Distrito de Conservación de Agua del Valle de Jordán, el Great Salt Lake Watershed Enhancement Trust, la División de Recursos de Vida Silvestre de Utah y la División de Silvicultura, Incendios y Tierras Estatales. El fideicomiso está coadministrado por la National Audubon Society y The Nature Conservancy.

El obispo W. Christopher Waddell, primer consejero del Obispado Presidente de la Iglesia, declaró:
“El Gran Lago Salado es un recurso vital para Utah y para todos los que vivimos aquí. Reconocemos que todos tenemos un papel en el cuidado de nuestro entorno natural, y este arrendamiento de agua es una de varias iniciativas en curso que esperamos refleje nuestro compromiso con una mayordomía sabia”.
En 2023, la Iglesia ya había donado más de 6,500 millones de agua al Gran Lago Salado, la mayor contribución única de agua en la historia del estado, destinada a entregarse de manera perpetua cada año.

La disminución de los niveles de agua y las sequías prolongadas han puesto en riesgo la salud del ecosistema del Gran Lago Salado, considerado crucial para la biodiversidad de la región y la calidad ambiental de Utah.
Con este nuevo aporte, se busca conservar el agua, mejorar los niveles del lago y fortalecer la resiliencia de su ecosistema.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org



