Nota del editor: En un mundo que a veces parece alejarse de la espiritualidad, la oración sigue siendo un puente que une corazones, comunidades y naciones. Esta semana, una representante de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días elevó su voz en oración desde uno de los lugares más emblemáticos del mundo.
Cada año desde 1952, los Estados Unidos observan el Día Nacional de Oración, un momento especial para agradecer a Dios y pedir Su guía. Desde 1988, esta jornada se celebra el primer jueves de mayo, reuniendo a líderes religiosos, civiles y ciudadanos para reflexionar y orar por la nación.
Este año, el 1 de mayo de 2025, la hermana Tracy Y. Browning, de la Presidencia General de la Primaria —organización que dirige los programas para niños de la Iglesia a nivel mundial— representó a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la ceremonia oficial realizada en la Casa Blanca.
Su participación es parte de una tradición creciente de líderes Santos de los Últimos Días que se suman a estos espacios de unidad y fe. En años anteriores, también participaron líderes como la hermana Jean B. Bingham (2018), la hermana Joy D. Jones (2019) y Debbie Marriott Harrison (2020), entre otros. Incluso, en 2017, el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, ofreció una oración en el Servicio Nacional de Oración Interreligiosa posterior a la investidura presidencial, en la Catedral Nacional de Washington.
Para los miembros de la Iglesia, la oración no solo es un acto íntimo, sino también una expresión de responsabilidad cívica y amor por el prójimo. Al participar en estos eventos, los líderes reflejan un deseo genuino de contribuir al fortalecimiento espiritual y moral de la sociedad, uniendo sus voces a las de otros creyentes para buscar dirección divina y paz duradera.
El mensaje es claro: en medio de las diferencias, la fe sigue siendo un punto de encuentro.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org