Opinión
Escrito originalmente Por Christopher D. Cunningham
Hay una buena probabilidad de que te hayas enterado recientemente de las nuevas políticas de la Iglesia con respecto a las parejas del mismo sexo, y que hayas leído mucho sobre ello en los medios sociales. “Mormons and gays” ha impulsado mucho el tráfico de Internet, por lo que se puede esperar que esto dé un gran salto en las noticias, pero se espera que al menos los informes sean de forma precisa y con respeto.
Los dos cambios tuvieron lugar en el manual administrativo de la Iglesia, también llamado manual 1, que contiene instrucciones para los obispos y presidentes de estaca.
El primer cambio edita la definición de apostasía. La nueva definición añade que si se es parte de un matrimonio del mismo sexo, esto constituye apostasía.
El segundo cambio requiere que los hijos de las parejas del mismo sexo lleguen a la mayoría de edad para que puedan ser bautizados y específicamente reafirmen su testimonio del matrimonio eterno.
A pesar de que estos son cambios de procedimiento que reafirman una doctrina fundamental de la Iglesia, los opositores de la Iglesia no hicieron esperar el inicio de su ataque. La noticia, como era de esperar, se dio a conocer por primera vez por John Dehlin quien se gana la vida antagonizando la Iglesia.
Ha habido muchas respuestas a esta noticia, la mayoría basadas en los titulares inexactos, interpretaciones incorrectas, o el odio de los opositores de la Iglesia.
Mito # 1 Estos cambios castiga a los niños
El mito más generalizado que se escucha acerca de estos cambios es que se castigan a los niños. Todas las personas pueden recibir todas las ordenanzas de salvación y exaltación. Y todos los niños pueden asistir a todas las actividades y eventos de la iglesia. No hay ningún grado de castigo en estos nuevos cambios.
Los niños simplemente deben esperar hasta que legalmente puedan tomar su propia decisión de ser miembro de la Iglesia, en lugar de depender de la aprobación de sus padres. Aun cuando un padre o una madre en una relación del mismo sexo en teoría podría aprobar el bautismo de sus hijos, cuestionar su motivación para hacerlo sería prudente ya que han rechazado de manera prominente las enseñanzas de la Iglesia.
Estos cambios también podrían ayudar a proteger a los niños. Si bien algunas parejas del mismo sexo adoptan, muchos hijos de parejas del mismo sexo vienen de divorcios. En estas situaciones, las batallas de custodia puede ser muy duras para los niños. En muchos lugares en los Estados Unidos, si uno de los padres trata de destruir la relación de su hijo con el otro padre/madre de familia, se considera “interferencia de custodia”, lo cual es motivo para cambiar el acuerdo de custodia.
Debido a que la Iglesia sigue afirmando que el matrimonio heterosexual es el ideal, podría haber jueces en los Estados Unidos, tal vez, incluso, muchos jueces -que podrían clasificar la membresía de un niño que rechaza la nueva relación de su padre/madre como interferencia de custodia. Esto podría alejar al niño del padre/madre que pertenece a la Iglesia o reorganizar sus arreglos de custodia de manera significativa que pudieran dañar al niño.
Los niños, por supuesto, siguen siendo bienvenidos en todas las actividades de la iglesia, incluyendo primaria, y la reunión sacramental. Y en seguir el ejemplo del Salvador, todos los niños tienen derecho a las bendiciones de consuelo y sanación.
Mito # 2 Trata a las personas LGBT peor que a otros pecadores
Hay otras personas que insisten en que estos nuevos cambios establecen los pecados de homosexualidad como más grave que otros pecados. Una vez más, esto no es cierto. El adulterio y la fornicación son los dos motivos de excomunión. Hasta la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, los que participaban en relaciones del mismo sexo podrían recibir disciplina de parte de la iglesia bajo cualquiera de estos otros motivos.
La Iglesia respeta la ley, y ahora reconoce los matrimonios entre personas del mismo sexo como legal, aún si es pecaminoso. Debido a esto, las relaciones entre personas del mismo sexo ya no pueden ser penalizados como fornicación lo cual requiere la adición a la definición de apostasía. Sin embargo, este cambio no tiene efecto en cómo la Iglesia responde al pecado de la homosexualidad, esto sólo los clasifica.
Como el sitio web de la Iglesia “Mormons and Gays” señala, hay mucho desconocimiento de la doctrina mormona sobre esta cuestión. Sin embargo, la Iglesia sigue afirmando que el sexo homosexual es un pecado.
Otras personas también han dicho que el requisito de esperar hasta que los hijos de las parejas LGBT sean adultos para ser bautizados trata a aquellos padres peor que los padres que están participando en otros tipos de pecados. Pero esta política es la misma que existe para los hijos de parejas polígamas, o hijos de padres que se oponen a la Iglesia.
Así que esta política no da castigos especiales para los padres LGBT, sino que se extiende a las políticas existentes para cubrir sus matrimonios recientemente legales.
Mito # 3 Se opone al segundo artículo de Fe de la Iglesia
Este mito es común entre los filósofos críticos de la nueva decisión de la Iglesia. El segundo artículo de fe dice: “Creemos que los hombres serán castigados por sus propios pecados, y no por la transgresión de Adán”.
Este mito se basa del primer mito de que la Iglesia está castigando de alguna manera los niños de los mormones gays. Pero también malinterpretan el segundo artículo de fe. La mayoría de las otras denominaciones cristianas creen que todas las personas nacen inherentemente con pecado a causa de la caída de Adán al comer del fruto prohibido. Los Santos de los Últimos Días rechazan esta doctrina y creen que las personas sólo son responsables ante Dios por los pecados que ellos mismos cometen.
La nueva política no cambia esta doctrina de ninguna manera. En primer lugar no tiene nada que ver con la idea del pecado original. En segundo lugar no tiene nada que ver con la naturaleza inherente de la persona. En tercer lugar, no tiene nada que ver con el juicio final. Esta política protege a los niños en situaciones familiares específicas de una variedad de repercusiones al exigir esperar la mayoría de edad antes de unirse a la Iglesia.
Mito # 4 Requiere que los niños rechacen a sus padres
Algunos opositores de la Iglesia siguen afirmando esto a pesar de que es evidentemente falso. A fin de que los hijos de parejas homosexuales mormones sean bautizados, deben simplemente afirmar las enseñanzas de la Iglesia sobre la sexualidad y el matrimonio. Para citar el nuevo cambio del manual, “El niño acepta y se compromete a vivir las enseñanzas y la doctrina de la Iglesia, y rechaza específicamente la práctica de la convivencia y el matrimonio entre personas del mismo sexo”.
Ellos no tienen que decir nada sobre sus padres. Este es el mismo estándar que se espera de cada converso que tiene un padre que aún fuma cuando son bautizados. Ellos deben estar de acuerdo con la palabra de sabiduría. Los niños en esta situación simplemente deben reconocer las enseñanzas de la Iglesia sobre el pecado.
Hay quienes creen que la identificación de un comportamiento como pecaminoso es equivalente al rechazo a las personas involucradas a ese comportamiento. Pero esas personas no entienden fundamentalmente la doctrina de la Iglesia sobre la expiación y la identidad. Los que perpetúan este mito a menudo son los que creen que la sexualidad es el factor principal en la identidad personal.
Mito # 5 Clasifican a los recién nacidos en estado de apostasía
Este es un triste mito que se tiene que refutar. Por desgracia, “The Salt Lake Tribune” en su cobertura irresponsable de este tema repitió este mito en su título de esta historia, “Nueva Política Mormona hace apóstatas a los Niños de parejas del mismo sexo”.
Los Santos de los Últimos Días creen firmemente en la inocencia de los niños, como se indica en Moroni Capítulo 8. La nueva política recategoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo como la apostasía en lugar de la fornicación.
La iglesia SUD tiene una política de larga duración de no permitir a los niños ser bautizados sin el permiso de ambos padres. Esta política existía, presumiblemente, para evitar que las familias se destruyan por la contienda del tema. La Iglesia en su enfoque en la familia prefiere que los niños crezcan en un entorno familiar estable a que sean bautizados bajo ninguna circunstancia.
Esta política es una forma de poner en primer lugar la estabilidad de las familias de estos niños. Un objetivo que, presumiblemente, la mayoría de los detractores de esta política elogiarían.
Se les pide a los niños de parejas del mismo sexo que esperen hasta la edad adulta para ser parte de la Iglesia. Esto es muy diferente a la categorización de los niños como pecadores o apóstatas. Si de alguna manera los niños de familias del mismo sexo fueran apóstatas o inferiores, la Iglesia no les abriría las puertas tan pronto cuando sean adultos.
Los responsables de la difusión de este mito incluyendo la junta editorial de “The Salt Lake Tribune” deberían tomar medidas para corregir el daño de sus errores.
Mito # 6 La Iglesia se está privando de miembros LGBT
Este mito fue iniciado por John Dehlin en su publicación inicial sobre el asunto. Él escribió, “es triste para la iglesia SUD y sus miembros devotos – que sigan privándose de los talentos maravillosos y la asociación con tantos miembros LGBT hermosos y talentosos”.
Este mito proviene de aquellos que esencialmente no creen en el pecado. Ellos creen que nuestro comportamiento debe ser dictado por nuestro yo interior y no por Dios. Para estas personas, el rechazo de un comportamiento es lo mismo que el rechazo de un individuo. Este retorcido sentido de la realidad conduce a este mito.
Dios siempre ha tenido las normas de comportamiento, incluyendo las de la conducta sexual. La iglesia de Dios en consecuencia apoya esas normas. Decir que la Iglesia se está privando a sí misma de los miembros de la comunidad LGBT es tan insensato como decir que la Iglesia se está privando a sí misma de los miembros que cohabitan, miembros polígamos o miembros alcohólicos. Las personas pueden privarse de las bendiciones de la Iglesia, al negarse a seguir los mandamientos, no al revés.
Mito # 7 Esto me hace daño personalmente
Este comentario es más penetrante debido a que es el más difícil de desenredar. Este enfoque retórico se ha vuelto crucial en la campaña para normalizar y legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, porque no estamos acostumbrados a decirle a la gente que sus sentimientos no importan.
Como resultado, este mito se ha convertido en una porra para silenciar a aquellos que creen en lo correcto e incorrecto.
Si alguien habla de cómo esto les hace daño, ellos pueden pensar sinceramente esto, pero también es un teatro político, una respuesta aprendida para imitar el estilo retórico de aquellos que han tenido tanto éxito político sobre esta cuestión.
Ahora vamos a ser claros, muchas personas están sintiendo el dolor a causa de esta decisión, especialmente aquellas personas a las que esta política afecta directamente o quienes tienen familiares a quienes esto les afecta. El mito es que nuestra respuesta emocional personal debe cambiar la política de la Iglesia.
Compartir sentimientos sobre este asunto como si afectaran lo correcto o incorrecto de la política es una falacia lógica. Esto viene bajo la categoría de argumentum ad passiones. Así sientas lo que sientas en relación al cambio de política, tus sentimientos no afectan el hecho de que si este cambio es correcto o no. Cuando la gente habla de su dolor como una forma de poner fin a una conversación, esto es poco más que manipulación emocional.
Mito # 8 La Iglesia perdió y debe seguir adelante
Este mito proviene de aquellos que todavía se centran en la reciente sentencia del Tribunal Supremo Obergefell v. Hodges. Ellos argumentan que el matrimonio gay es legal, por lo que la Iglesia debe dejar de luchar contra eso. Este mito no resiste al escrutinio. La decisión del Tribunal Supremo no dicta cómo deben actuar las iglesias.
Este mito también se basa en la idea de que la Iglesia debe basar sus decisiones de acuerdo a las tendencias populares. En todo caso, esta acción es una respuesta para proteger a la Iglesia de la reciente sentencia del Tribunal Supremo. Al categorizar las relaciones homosexuales como la apostasía, la Iglesia se pone en una posición jurídica fuerte por si las personas del mismo sexo enjuiciaran con el fin de pedir que sean casados por un obispo o en el templo.
Mito # 9 Estos cambios son Doctrina Eterna
Algunos de los que han tratado de defender a la Iglesia han caído en un mito diferente. Tratan de ver estos cambios como parte de la doctrina eterna de la familia que nunca cambiará.
Estos cambios son de la política, no de la doctrina. Los cambios de política en la Iglesia generalmente son para proteger mejor a la Iglesia y responden a la revelación en curso. Esta política puede ser de larga duración o puede ser a corto plazo. Estos cambios sólo son administrados por líderes de la iglesia, por lo que la dirección sobre estos asuntos puede cambiar y a menudo esto pasa.
Las familia eterna es una doctrina esencial de los Santos de los Últimos Días, y las parejas del mismo sexo frustran ese plan de una manera peculiar, pero la manera en que la política del bautismo responde a esta realidad no está tan firme.
También hay un comentario que quizás hayas leído mucho. Este comentario, muy bien podría ser cierto, o no, no hay manera de saber, pero al final no importa.
Esto podría conducir a un gran éxodo
A los Santos de los Últimos Días no les debería sorprender las personas que amenazan con salirse de la iglesia. Pablo profetizó claramente que esto iba a pasar: “En los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe”. Los Santos de los Últimos Días no necesitan entender intelectualmente cada cambio de política que los líderes de la Iglesia hacen para saber que hay seguridad espiritual al seguir su liderazgo y consejo.
¿Podría este cambio realmente ser suficiente para que algunas personas rechacen todas las bendiciones de ser miembros de la Iglesia? Tal vez, Pablo ciertamente previó que algo iba hacer que la gente se retirara. Sin embargo, podemos tener consolación al seguir a Jesucristo y a su Iglesia de los Últimos Días.
[Nota del editor: El texto del mito 7 se ha modificado ligeramente para reflejar mejor la intención original del autor]
El siguiente artículo es una traducción, puede leer el artículo original en ingles en LDS.net