Kendall Levine comenzó su carrera universitaria hace 11 años, sí, once años. Este largo tiempo se debe a una razón, un lamentable accidente.
Un año antes de servir una misión para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Australia, Kendall jugaba baloncesto en el estado de Wyoming, Estados Unidos.
Durante su misión, pasó algo que le cambiaría su vida rotundamente. Kendall fue atropellada por un carro, dejándola gravemente herida.
Con ayuda de sus amigos y familiares, Kendall pasó mucho tiempo en el hospital y se sometió en una terapia de rehabilitación exhaustiva.
Años después, Kendall decidió volver a la universidad, no iba a dejar que eso le impidiera seguir adelante, iba a cumplir uno de sus más grandes deseos: graduarse.
Al principio le fue muy difícil adaptarse, por lo que optó asistir a una sola clase por semestre.
Sin embargo, a pesar de los dolores y pruebas que enfrentó, ella nunca se rindió, había puesto su confianza en el Salvador.
Este esfuerzo se vio reflejado el mes pasado. Kendall, finalmente, logró cruzar el escenario para recibir su diploma de Utah Valley University.
Ahora, ella y su familia celebran este logro, que con mucho esfuerzo y dedicación pudo cumplirlo.
Fuente: Lds Daily
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