Un hombre de Payson, Utah, Estados Unidos, recibió la sentencia de cumplir al menos tres años de libertad condicional por un crimen motivado por el odio contra un misionero negro Santo de los Últimos Días en enero de 2020.
El martes 15 de diciembre de 2020, el juez del cuarto distrito, James Brady, calificó a Sebastian West, de 20 años, de ser un “delincuente agresivo y reincidente”, y que no dudará en enviar a West a la prisión estatal de Utah si vuelve a cometer a alguna infracción.
“Si no cumple con todos los requisitos de [su] libertad condicional, servirá una sentencia en prisión”, dijo el juez Brady.
Sebastian West fue acusado y declarado culpable de agredir a un misionero, de nacionalidad panameña, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días el 28 de enero de 2020.
Los documentos registrados por la corte indican que un grupo de “aproximadamente seis personas se acercó a un compañerismo de misioneros, los cuales vestían… camisas blancas con placas negras con el nombre de su Iglesia”.
Uno de los misioneros era blanco mientras que el otro, la víctima del crimen motivado por el odio, se describió a sí mismo como un “panameño negro”, informó la policía.
El compañerismo se encontraba en camino a visitar a una familia para impartirles lecciones sobre el Evangelio Restaurado.
Fue entonces que los misioneros se encontraron con el grupo de seis. Algunos llevaban pañuelos rojos que cubrían la mitad inferior de sus rostros. Uno de los sospechosos tenía un par de nudillos de bronce en cada mano, cada uno con púas afiladas en los extremos.
La policía dice que el grupo comenzó a gritarle obscenidades al misionero de color, gritándole que se regresara al lugar de donde vino. Uno de los sospechosos tomó el teléfono del misionero y lo arrojó a la calle, rompiendo el dispositivo para luego comenzar a golpearlo y patearlo.
El joven misionero fue tratado en un hospital por cortes y hematomas en el rostro y lesiones en el hombro y costillas.
Los fiscales calificaron a West como “el principal agresor” en el ataque del 28 de enero, cuando él y sus acompañantes golpearon, patearon y tiraron al misionero al suelo.
La víctima ha optado por no opinar públicamente sobre el caso y no asistió a la audiencia de sentencia del martes realizada por video. Sin embargo, los fiscales han dicho que él estuvo de acuerdo con el veredicto de la fiscalía.
El juez le prohibió a West tener cualquier contacto con la víctima y dijo que consideraría aumentar el tiempo de libertad condicional de West de tres años a cuatro. El juez Brady también suspendió la pena de prisión de hasta cinco años, lo que significa que esta no entrará en vigencia siempre y cuando West cumpla con todos los aspectos de su libertad condicional.
El hermano de Sebastian, Malachi West, también se declaró culpable por su papel en el ataque de enero y fue sentenciado en septiembre a pasar 60 días en la cárcel del condado de Utah.
Fuente: deseret.com