El élder Max Reynolds, de 22 años, está sirviendo en una misión de servicio a tiempo completo para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Gilbert, Arizona. Este joven misionero también es un muy buen nadador, y fue seleccionado para representar a Arizona y participar en los Juegos Olímpicos Especiales de EE. UU.
El élder Reynolds junto a sus padres Pamela y Trent durante la última competencia.
Y fue así que entre los miles de atletas, entrenadores, voluntarios y espectadores, se destacó por ser el atleta que llevaba una etiqueta de nombre élder.
El élder Max Reynolds, de 22 años, está sirviendo en una misión de servicio a tiempo completo.
Durante la competencia el élder Reynolds ganó tres medallas, una de oro y dos de plata, aunque lo más importante para él siempre fue nadar lo mejor posible y representar a Jesucristo.
Élder Reynolds: Misionero y medallista olímpico.
¿Cómo un misionero puede participar en una competencia deportiva?
Es probable que debes estar preguntándote: ¿cómo se permite a un misionero nadar de forma competitiva y a nivel nacional?
Como misionero de servicio, el élder Reynolds tiene una experiencia misional personalizada y adaptada según sus talentos y habilidades, dijo su madre, Pamela Reynolds. El élder Reynolds tiene autismo y sirve en una misión desde junio del 2021 como su capacidad y circunstancias lo permitan, bajo la dirección eclesiástica de su presidente de estaca y los líderes de misión de servicio en Chandler, Arizona.
El élder Reynolds tiene autismo pero eso no le impide servir como misionero de servicio.
Pamela Reynolds dijo que a su hijo no se le permite ir a bailar o salir mientras está en una misión, pero puede nadar todas las mañanas, lo que hace durante aproximadamente una hora y media, excepto los domingos, y que se le permite pasar tiempo con la familia, incluso irse de vacaciones con ellos.
La semana en Florida para las Olimpiadas Especiales se consideró unas vacaciones familiares y, por lo tanto, cuando el élder Reynolds fue invitado a los Juegos, dijo que sí.
Aunque no podía creerlo cuando el entrenador lo hizo a un lado en la piscina y dijo que había sido seleccionado.
El élder Reynolds se despierta todos los días de lunes a sábado a las 4:30 a.m. para nadar en Mesa Aquatics Club – Masters en Gilbert. Nadar le da consuelo, le ayuda a sentirse feliz, tranquilo y en paz. Lo compara con la lectura de las Escrituras.
“Solo te da alivio y cierras todas las demás partes del mundo”, dijo. “Solo eres tú y el agua, eso es todo”.
Nadar cientos de vueltas cada mañana no solo significa que hace ejercicio diario, sino que también le da un gran impulso de energía para el día que viene.
Y cada día se mantiene ocupado con sus tareas misionales. Los lunes, trabaja en los terrenos del Templo de Gilbert Arizona. De martes a viernes, sirve en el Banco de Alimentos de Midwest, haciendo cajas, sellando productos y ayudando con el mantenimiento de registros. Los sábados suelen incluir actividades de servicio. Los domingos, tiene reuniones misionales y viaja para tareas de conferencias en diferentes barrios. Cada noche, a las 9:30, participa de un devocional misional.
“Me encanta el servicio porque me hace sentir feliz y siento una conexión más profunda con mi Salvador”, dijo el joven misionero.
Un gran líder de distrito y de zona
El élder Kent Johansen y la hermana Lisa Johansen fueron llamados a ser sus líderes de misión de servicio hace aproximadamente un mes y dicen que el élder Reynolds siempre es muy positivo.
“Un día fui a visitarlo al banco de alimentos, y pude ver que él y otro misionero estaban bailando mientras trabajaban, y parecía que se lo estaba pasando bien sirviendo”, dijo el élder Johansen. “Es un gran ejemplo y muy amable con todos los compañeros de trabajo”.
Los líderes de misión dijeron que el élder Reynolds ha servido como líder de distrito y líder de zona y que ha cumplido fielmente con esas responsabilidades.
El élder Reynolds sirve en diferentes programas de la Iglesia de Jesucristo.
Por su parte, la madre del élder Reynolds dijo: “Está trabajando para alcanzar objetivos para ser el mejor misionero y servir, estudiar y aprender como si estuviera en una misión de proselitismo”.
Los otros nadadores de su club y las personas que ha conocido en el banco de alimentos ven su bondad y amabilidad y su ejemplo, dijo su madre. Saben que es miembro de la Iglesia y aplauden sus éxitos.
“Cuando Max sirve, está sirviendo para el Padre Celestial”, dijo Pamela Reynolds.
Fuente: The Church News
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