El 13 de noviembre de 2025 marcó un hito histórico para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en el mundo.

En Azerbaiyán, una de las naciones con mayor población musulmana del planeta, la Iglesia inauguró su primer edificio. Paralelamente a este gran evento, los primeros misioneros cristianos de tiempo completo llegaron al país para comenzar formalmente su servicio.

Este no es un evento geográfico, es un evento de fe pura.

La promesa cumplida de extender la luz

La apertura de este edificio confirma que el Evangelio sigue avanzando hacia cada rincón del mundo. Imagen: AZERTAC

La inauguración de este primer edificio en Azerbaiyán no es solo un avance en ladrillo y cemento. Es la materialización de la promesa de que el Evangelio está destinado a llegar a toda nación, tribu, lengua y pueblo

Líderes de la Iglesia e invitados especiales recorrieron las nuevas instalaciones, reconociendo el papel central que tendrá este lugar: ser un foco de adoración y un centro vital para las actividades comunitarias.

En un país donde las tradiciones religiosas se han forjado durante siglos, la presencia de una casa del Señor, por humilde que sea en sus inicios, es un recordatorio de que la verdad revelada es universal y está disponible para todos los hijos de Dios.

El corazón de los pioneros modernos

La llegada de los primeros misioneros refleja una fe valiente que abre caminos donde antes no existían. Imagen: AZERNEWS

El inicio del servicio de los misioneros en Azerbaiyán añade una capa de profundo significado espiritual a esta noticia. Estos jóvenes y adultos son pioneros modernos. Dejan atrás la comodidad de su hogar y su cultura para llevar un mensaje de paz y esperanza a un lugar donde la labor será, sin duda, desafiante y requerirá una inmensa dependencia en la guía del Espíritu y en la valentía personal.

Su decisión de servir es un acto de fe inquebrantable que impulsa la expansión del reino de Dios en el mundo. Su presencia afirma que el Evangelio de Jesucristo es la respuesta a las preguntas y necesidades de la humanidad, sin importar el contexto cultural o religioso en el que vivan las personas.

El edificio como ancla espiritual

Esta nueva capilla será un punto de reunión para la comunidad. Imagen: AZERNEWS

Cada capilla y misión en la Iglesia tiene un propósito divino, y esta primera instalación en Azerbaiyán no es la excepción. No solo proveerá un lugar seguro para que los miembros se reúnan y tomen la Santa Cena, sino que actuará como un ancla para la pequeña, pero creciente, comunidad en la iglesia. 

Los Santos de los Últimos Días en Azerbaiyán tienen ahora una plataforma para bendecir a su comunidad, demostrando el amor de Cristo a través de acciones concretas y amabilidad desinteresada.

Este acontecimiento en Azerbaiyán, aunque pueda parecer pequeño en el mapa global, es una confirmación poderosa de que el Plan de Salvación avanza. Nos recuerda que Dios tiene su mano sobre todas las naciones y que, con paciencia y obediencia, Su obra seguirá rodando hasta llenar toda la tierra.

Fuente: Moroni Channel 

Video relacionado

También te puede interesar