El domingo 18 de septiembre, el huracán Fiona azotó la costa suroeste de Puerto Rico y otras islas del Caribe.
Afortunadamente, los misioneros y miembros de la Iglesia de Jesucristo se encuentran a salvo, según reportan los líderes locales.
Los misioneros de tiempo completo están a buen recaudo y han sido contabilizados.
Hasta el momento no se han informado daños importantes en los hogares de los miembros ni en los edificios de la Iglesia.
Sin embargo, no podemos decir lo mismo de la comunidad.
Los ríos se desbordaron y las aguas entraron en muchas casas. El periódico puertorriqueño El Nuevo Día reportó vientos de hasta 103 millas por hora, entre 20 y 33 cm de lluvia y cientos de personas evacuadas y rescatadas.
“Los daños que estamos viendo son catastróficos”, dijo el gobernador Pedro Pierluisi en un informe de Associated Press.
Se esperaba que la trayectoria de Fiona, hoy lunes 19 de septiembre, afectara a República Dominicana. Incluso, se publicó una advertencia de huracán para la costa este de la isla. Asimismo, se esperaban fuertes lluvias en el norte de Haití además de las Islas Turcas y Caicos.
Cuando la tormenta llegó al territorio francés de Guadalupe a principios del fin de semana, un hombre murió cuando las inundaciones se llevaron su casa.
La tormenta también dañó caminos, árboles y puentes allí, informó Associated Press.
En la isla de Guadalupe, los misioneros y los miembros de la Iglesia se unieron a sus vecinos para ayudar después de que pasó la peor parte de la tormenta.
Con camisetas y chalecos amarillos de Manos que Ayudan, los miembros calmaron a los residentes, distribuyeron agua embotellada y comenzaron a limpiar las casas inundadas en las ciudades más afectadas por Fiona.
Los líderes de la Iglesia locales informaron que el alcalde de la isla estaba sorprendido y conmovido por la respuesta.
El presidente de la región también visitó el lugar y preguntó quiénes eran los voluntarios de Manos que Ayudan.
Nuestras oraciones están con todos aquellos que están sufriendo las consecuencias de los desastres naturales como el huracán Fiona en el Caribe y el reciente terremoto en México.
Fuente: Church News