La cantidad de refugiados en Europa continúa en crecimiento y eso puede ser una buena noticia de que las personas continúan ayudando, sin embrago, las necesidades también. Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) en Francia, saben que en la última Conferencia General se nos invitó a prestar ayuda a todo aquel que necesite de un hogar y han decidido actuar.
Gracias a la relación que tiene Lyon, Dalila Pommier con Isabelle Martinelli, quien trabaja con Secours Populaire Français, una organización sin ánimo de lucro que combate la pobreza y alivia el sufrimiento de los refugiados en Francia, se organizaron e iniciaron en julio de 2016 el proyecto de reunir equipos de higiene para entregárselos a los refugiados.
Roland Lepore, presidente de estaca, y de Evelyne Baldi, la presidenta de la Sociedad de Socorro (organización formada por mujeres de la Iglesia de Jesucristo), recibieron muchas donaciones de los mormones de varios del mundo, esto consistía en equipos de higiene, compuestos por cepillos y pasta de dientes, jabón, colonia, detergente y otros artículos de higiene personal.
Los miembros mormones de la estaca Lyon, se encargaron de armar los kits para ser entregados a los refugiados
Esa mañana, muchos mormones de siete barrios distintos (lo que serían siete congregaciones de tamaño considerable, como la congregación perteneciente a una parroquia católica) y de una rama (congregación algo más pequeña que un barrio) llegaron a esas seis localizaciones, listos para montar los equipos de higiene.
Trabajo en equipo, trabajo de mormones
Sébastien Thollot, gerente general de Secours Populaire Français, agradeció a los mormones por la ayuda prestada. Mencionó que al año su organización ayuda a cerca de cinco mil familias, algunas de las cuales inmigrantes. “El suministro de equipos de higiene responde a la necesidad real de estas familias, a las que permite mejorar de forma inmediata su calidad de vida y condiciones sanitarias”.
Los mormones que participaron en el evento hablaban del sentimiento de gozo y satisfacción que les embargó al saber que habían sido parte de tan magnífico proyecto. Cada uno de ellos hicieron una aportación valiosa para aliviar la angustia y el sufrimiento de estos refugiados en Francia.
Fuente: Sala de Prensa Mormona
