Nota del editor: A veces, las historias más poderosas no comienzan con adultos o grandes instituciones… sino con niños que deciden actuar con fe, creatividad y mucho amor.
Todo empezó como un simple proyecto escolar. Pero Drew, un niño de 5.º grado en Arizona, decidió que su “proyecto de bondad” podía ir mucho más allá del aula. ¿El resultado? Más de 2,400 pares de zapatos recolectados para ayudar a familias necesitadas —y todo gracias a su deseo de servir como lo haría Jesucristo.
Drew: un proyecto con propósito

Drew Janes, estudiante del distrito escolar unificado de Marana, decidió unir fuerzas con Funds2Orgs, una organización que paga por donaciones de zapatos según su peso. El dinero recaudado será donado al Centro de Recursos Familiares de su distrito escolar.
“Quería ayudar sin pedir dinero”, explicó Drew. “La gente necesita deshacerse de zapatos de todos modos, así que no es pedir demasiado. Es un ganar-ganar”.
Colocó cajas de recolección en escuelas primarias, un gimnasio, una oficina de fisioterapia, un gimnasio de escalada y una iglesia/preescolar. Pero justo cuando las donaciones empezaban a disminuir… llegó Ava.
Ava: inspiración que se multiplica
Ava Gibbons, otra niña de Arizona, escuchó la invitación del élder David A. Bednar en el programa Amigo a Amigo de febrero:
“El objetivo del servicio es bendecir a otros, porque eso fue lo que hizo Jesús”.
Movida por ese mensaje, Ava y su mamá buscaron oportunidades de servicio en JustServe —una plataforma de voluntariado de la Iglesia— y encontraron el proyecto de Drew.

Quiso aportar de una manera creativa, así que diseñó un volante, grabó videos con sus peluches explicando la colecta y corrió la voz entre amigos, vecinos y compañeros de escuela.
¿Su meta? 100 pares de zapatos.
¿Lo que logró? 170 pares, que entregó felizmente a Drew.
“Estaba abrumada de felicidad”
Cuando Ava le entregó su donación, Drew quedó conmovido. “Estaba tan feliz… fue algo increíble”, expresó.
Ava también envió un mensaje de audio agradeciendo a todos los que donaron, junto con una foto rodeada de zapatos. Un pequeño gesto que inspiró a muchos a dar.
Servir como Jesús, sin importar la edad
Judy Powell, especialista de JustServe en Arizona, resumió el impacto de esta historia:
“Los niños de la Primaria traen creatividad, entusiasmo y un deseo puro de ayudar. Nadie es demasiado joven para servir como lo hizo Jesús”.
Drew espera alcanzar las 2,500 donaciones antes de que termine junio, lo que equivaldría a 1,000 dólares para apoyar a familias locales.
Más allá de los números, esta historia es un recordatorio poderoso: cuando los niños sirven con intención, cambian el mundo… un par de zapatos a la vez.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org