Cada año, miles de corazones se unen en un mismo propósito durante “Luz de las Naciones”, la celebración musical latinoamericana organizada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Este 2025, el evento llega a su edición número 23 con un mensaje que todos necesitamos escuchar: “Paz que ilumina”. Más que una presentación, “Luz de las Naciones” es una muestra viva de cómo la fe, la cultura y el amor por Cristo pueden unir corazones en todo el continente.
Más de mil voluntarios se han preparado para llenar el Centro de Conferencias de Salt Lake City con música, danzas y testimonios que reflejan el alma de América Latina. En cada nota, en cada movimiento, se percibe algo más que talento: una devoción sincera por compartir la luz de Cristo a través del arte.
La primera vez que sintió el Espíritu
Brianna Flores Villaalta recuerda su primera presentación cuando tenía solo ocho años. Entre el bullicio de los ensayos y la multitud de personas, sintió algo que marcaría su vida para siempre.
“Fue la primera vez que sentí el Espíritu”, dijo con emoción.
Desde entonces, no ha dejado de participar. Hoy, Brianna vuelve por decimocuarta vez, esta vez como asistente de coreografía, colaborando con su madre en una danza inspirada en la cultura argentina.
Para ella, este evento es mucho más que un espectáculo: es una forma de ayudar a otros a sentir el amor de Dios, así como ella lo sintió de niña.
Un lazo entre el cielo y la familia
El director de “Luz de las Naciones”, Israel González-Nieri, lleva más de dos décadas participando y quince años dirigiendo el evento. Para él, esta celebración tiene un significado profundo:
“Esperamos que las personas puedan sentir sus raíces, pero también esa paz interior que solo viene por medio de Jesucristo.”
Cada año, familias enteras participan juntas. Hijos que tocan en la orquesta, padres que bailan, madres que cantan. Israel cuenta que incluso sus propios hijos forman parte del elenco. Esa unión familiar, anclada en la fe, transforma la experiencia en algo celestial.
“El propósito de esta vida es hallar gozo y regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial como familias eternas.”
La paz que viene de Cristo
El lema de este año, “Paz que ilumina”, fue destacado por la hermana Andrea Muñoz Spannaus, segunda consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes y oriunda de Argentina.
“En el mundo actual necesitamos paz, y esa paz se encuentra en Jesucristo.”
Los participantes coinciden en que esa paz puede compartirse con los demás a través del amor, el respeto y la unidad. El bailarín Erick Hernández comentó:
“La mejor decisión que podemos tomar es ser pacificadores.”
Y como expresó el cantante Alejandro Melecio, quien participa desde 2007:
“Somos más parecidos de lo que creemos. Todos llevamos la misma luz dentro. Somos hermanos y hermanas.”
Un siglo de luz en Sudamérica
Este año, el evento también conmemora los 100 años desde que el evangelio restaurado llegó a Sudamérica. Para González-Nieri, esta fecha agrega una profundidad especial a la celebración.
“Cien años de servicio y crecimiento han bendecido a millones de personas. Este aniversario es una invitación a seguir compartiendo la luz de Cristo que trae paz y esperanza al mundo.”
Cada número del espectáculo es fruto de meses de preparación. Los voluntarios ensayan desde el verano, muchas veces sacrificando su tiempo libre para ofrecer lo mejor de sí.
Brianna lo resume así:
“Queremos dar una sensación de hogar a quienes asisten, que sientan que pertenecen.”
Erick Hernández añade que su mayor motivación es representar a su gente:
“Queremos que se sientan orgullosos, amados y que recuerden que juntos podemos ser mejores”
Aunque las entradas para el evento presencial están agotadas, todos podrán disfrutarlo. La transmisión en vivo será el sábado 8 de noviembre a las 8 p.m. (hora de Utah) en el sitio oficial de Luz de las Naciones con versiones disponibles en español, inglés y portugués. ¡No te lo pierdas!
