Adrian Sebastián Alamilla y Ximena Isabel Román Gutiérrez, fueron seleccionados por el Centro
de Investigación Científica de Yucatán, México (CICY) para colaborar en la realización de
estudios de especies leñosas de la Península de Yucatán que se puedan utilizar como fuente de
energía limpia, aplicable en las comunidades rurales de esa región del país.
Este proyecto, nace de la creciente preocupación por el cambio climático y otras consecuencias
ambientales del uso creciente de combustibles fósiles, así como la necesidad de optar por
alternativas de generación de energías que sean renovables y amigables con el ambiente.
De encontrarse especies que sean atractivas, desde un punto de vista sustentable y económico,
para la producción de energía eléctrica, se podría beneficiar a más de 500 mil hogares en
comunidades rurales e indígenas que no poseen energía eléctrica.
Además, en este innovador proyecto se contempla evaluar la reforestación en dichas regiones, mediante plantaciones dendroenergéticas, de suelos abandonados o en desuso para garantizar el equilibrio ecológico.
El objetivo del proyecto es utilizar biomasa leñosa como materia prima en un proceso
termoquímico llamado gasificación, el cual consiste en la degradación térmica de la biomasa
leñosa en presencia de aire como gas gasificante, dando como resultado una mezcla de gases
combustibles, compuesto de monóxido de carbono (CO), hidrógeno (H 2 ) y metano (CH 4 ).
El gas producido, se puede utilizar para la generación de energía mecánica, energía térmica o puede
ser usado para la síntesis de otros productos químicos.
El proyecto es dirigido por el Dr. Gonzalo Canché Escamilla, quien es el director de la Unidad de
Materiales en el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), quien celebró la
participación de jóvenes estudiantes, ya que esto potencializará sus aptitudes profesionales.
Aunque no fue fácil ingresar al programa de investigación, están agradecidos con nuestro padre
celestial por ayudarlos en su preparación, ya que requirió muchas horas de estudio, ayuno y
oración.
En una entrevista nos comentaron:
Esta oportunidad es única y de gran ayuda para nuestra preparación profesional pero más
importante que eso es que esta investigación podría beneficiar a más de 500 mil hogares en
comunidades rurales e indígenas que no poseen energía eléctrica, esto elevará su calidad de
vida, pero sobre todo será amigable con el medio ambiente.
Sabemos que Ingresar al programa de investigación es una bendición por vivir con obediencia el
evangelio de Jesucristo y esforzarse por mantenernos siempre fieles y dignos; nuestra fe y
esperanza estuvo centrada en Él, hoy testificamos que las promesas del sacerdocio se cumplen,
ahora queremos bendecir la vida de estas personas a través de la luz y conocimiento que se
recibe por medio de Dios.
El presidente Monson aconsejó a los jóvenes:
“Mis jóvenes hermanos y hermanas, no permitan que su temor sea su consejero. No se digan a sí
mismos: ‘No soy lo suficientemente listo, o no puedo hacer lo que se requiere para estudiar esta
clase difícil, o en este campo que es difícil, así es que voy a escoger la manera más fácil’. Les
suplico que pongan a prueba su talento, y nuestro Padre Celestial les pondrá al nivel de sus
decisiones”.
“En esta vida, donde tenemos la oportunidad de luchar y alcanzar, les testifico que en ocasiones
tenemos que hacer un segundo esfuerzo, y un tercero, y un cuarto, y cuantos grados de esfuerzo
sean necesarios para lograr lo que nos esforzamos por alcanzar”. (la formación académica es un
mandamiento lds.org)