Estás concentrado en tomar la Santa Cena y, de pronto, ingresan agentes federales al salón sacramental para arrestar a un hermano sentado en la banca del costado.
¿Su crimen? Haber huido de su país de origen en búsqueda de libertad.
Estados Unidos quiere volver a ser “grande”, pero con las nuevas políticas inmigratorias que está incorporando el presidente Donald Trump, deja en el olvido su historia de lucha que lo convirtió en una nación libre.
Aunque durante su campaña presidencial prometió proteger a los cristianos —quienes 1 de cada 7 en todo el mundo enfrentan altos niveles de persecución por motivos religiosos— esta y otras medidas contra los inmigrantes ponen en riesgo su integridad.
Y la comunidad religiosa ha alzado su voz de preocupación al respecto.
¿Cuáles son las reformas migratorias?
Las reformas migratorias fueron una de las primeras acciones de Trump. Créditos: Carlos Barria, Reuters
Tanto entre la comunidad religiosa como en el mundo, estas son las medidas de Trump que mayor consternación han ocasionado:
- Poner en pausa el Programa de Admisión de Refugiados durante, al menos, 90 días.
- Declarar el fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento para los hijos de inmigrantes no autorizados o inmigrantes legales con visas temporales.
- Facultar a los agentes federales de inmigración el arresto de personas en los llamados “lugares sensibles”, como iglesias, escuelas y hospitales.
Estas disposiciones se dan porque —explica el gobierno— EE. UU. ha alcanzado “niveles récord de migración” que pondrían en peligro la seguridad pública. Sin embargo, Matthew Soerens, vicepresidente de defensa y política de World Relief, explica que este argumento, si se analiza a profundidad, carece de fundamento.
Soerens asegura que, debido a que los refugiados admitidos en Estados Unidos son la categoría de inmigrantes que se somete a un proceso de investigación más riguroso que puede durar años, no resulta efectivo para las personas con malas intenciones ingresar bajo este estatus migratorio.
Además, agrega, una vez que los refugiados llegan a EE. UU., trabajan para pagar los gastos del viaje y se les acomoda cuidadosamente en comunidades que tienen espacio para ellos. Se encuentran monitoreados.
E incluso aquellos que no llegaron como refugiados, buscan la ayuda de organizaciones sin fines de lucro, muchas de las cuales son iglesias u organizaciones religiosas, para poder regularizar su estado y contribuir positivamente en el país.
En ese sentido, lejos de representar un peligro, en la mayoría de ocasiones, los inmigrantes contribuyen en la fuerza laboral y económica, opina Soerens.
La respuesta de los líderes eclesiásticos
La comunidad religiosa está consternada por las nuevas políticas. Créditos: Spencer Platt, Getty Images
Debido a que la integridad de personas de fe está en peligro con estas disposiciones, la comunidad religiosa ha expresado su desacuerdo con Trump.
Por ejemplo, el reverendo Dr. Gabriel Salguero, presidente de la Coalición Evangélica Latina Nacional, declaró que la restricción a refugiados cierra la puerta a “personas que huyen de la persecución política religiosa y buscan la libertad religiosa”.
“Estas órdenes ejecutivas van a causar escalofríos en la iglesia evangélica latina”, agregó.
Así, Salguero ha revelado que ha recibido “cientos de llamadas y mensajes de texto” de miembros de su comunidad religiosa preocupados por la política de inmigración de Trump.
“¿Eso significa que los adultos jóvenes de mi iglesia van a ser objeto de un perfil racial? ¿Eso significa que van a hacer una redada durante el servicio religioso? ¿Cómo van a distinguir entre un ciudadano y un no ciudadano?”, preguntó.
Un temor que se asienta por un último memorándum del Gobierno:
“Los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados. La administración Trump no les atará las manos a nuestras valientes fuerzas del orden”.
El clamor durante su investidura
El mensaje de esta obispa se ha vuelto viral. Créditos: Kevin Lamarque, Reuters
Estas acciones contundentes contra los inmigrantes también tuvieron eco en la toma de posesión de Trump el pasado lunes.
Fue una súplica directa frente al nuevo mandatario, cuando la obispa episcopal de Washington se disponía a ofrecer un servicio de oración.
Aprovechando la atención de Trump y los cientos de medios de comunicación de todo el mundo, la reverenda Mariaan Budde hizo un clamor breve, pero profundo por la población inmigrante afectada con sus últimas disposiciones.
Refiriéndose a la afirmación previa de Trump sobre haber sido salvado por Dios de ser asesinado, la reverenda Budde exclamó:
“Ustedes han sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En nombre de nuestro Dios, les pido que tengan piedad de las personas de nuestro país que ahora están asustadas”.
Declaraciones que no sentaron bien al mandatario, quien posteriormente utilizaría sus redes sociales para responder con dureza a la líder eclesiástica.
“Su tono fue desagradable y no fue convincente ni inteligente. Aparte de sus declaraciones inapropiadas, el servicio fue muy aburrido y poco inspirador. ¡Ella y su iglesia le deben una disculpa al público!”, escribió Trump.
Agregó, además, que la reverenda Budde no mencionó que algunos inmigrantes que “han llegado a Estados Unidos y han matado a personas”, el discurso que utiliza para criminalizar a los extranjeros que se asientan en suelo estadounidense.
Postura de la Iglesia de Jesucristo
La Iglesia tiene un pronunciamiento claro sobre la inmigración. Créditos: Jeffrey D. Allred, Deseret News
Así, uno de los temas más controversiales respecto a la inmigración es la cantidad de personas que se asientan de manera ilegal, lo que impide un registro de su identidad.
Si bien La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha manifestado su estricto cumplimiento y respeto a las leyes de cada país en los Artículos de Fe, también cree en los atributos cristianos del amor y la misericordia.
“La historia de expulsiones masivas o malos tratos a personas o familias es motivo de preocupación, especialmente cuando se trata de cuestiones de raza, cultura o religión.
“Esto debería hacer reflexionar sobre cualquier política que contemple la posibilidad de atacar a un grupo en particular, en particular si ese grupo proviene mayoritariamente de una misma ascendencia”.
Así expuso en su último comunicado oficial sobre la inmigración, donde también explica la necesidad de regular el flujo de inmigrantes en favor de la estabilidad y sostenibilidad del país, por cual, sostuvo:
“La Iglesia apoya un enfoque en el que a los inmigrantes indocumentados se les permite cumplir con la ley y continuar trabajando sin que esto conduzca necesariamente a la obtención de la ciudadanía.
“Para promover la necesaria reforma migratoria en los Estados Unidos, la Iglesia de Jesucristo apoya un enfoque equilibrado y civilizado ante un problema difícil, coherente con su tradición de compasión, su reverencia por la familia y su compromiso con la ley”.
Porque, como enseñó Pablo en su epístola a los Efesios, todos somos hermanos y ciudadanos del pueblo del Señor:
“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos con los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19).
Fuente: Deseret News
Video relacionado
@masfe.org ¿Puedes decir que de verdad amas a Dios? #amaradios #mandamientos #biblia #reflexion #meditar #amor #amordedios #cristianos #mandamientos
