Esta mañana, en conmemoración del nacimiento del Rev. Martin Luther King Jr., el presidente Russell M. Nelson, líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, publicó un mensaje en las redes sociales pidiendo a todos que “trabajen juntos para abandonar las actitudes y acciones de prejuicios”.
Nuestro querido presidente Nelson declaró:
En los últimos años, he desarrollado una preciada amistad con el reverendo Amos C. Brown, pastor de la Tercera Iglesia Bautista de San Francisco y miembro de la Mesa Directiva de la NAACP. Aunque mi procedencia es diferente, así como mi familia y mi raza, él se refiere cariñosamente a mí como su “hermano de otra madre”.
Hoy conmemoramos el nacimiento del Dr. Martin Luther King Jr. Como uno de los ocho alumnos de la única clase que impartió el Dr. King durante su vida en Morehouse College, Amos Brown ocupó un lugar en primera línea en la historia y se moldeó al contemplar los acontecimientos del movimiento por los derechos civiles a través del lente de la fe.
Amos y yo hemos tenido varias oportunidades de discursar juntos, de colaborar en proyectos juntos e incluso de escribir juntos un artículo de opinión para el periódico The Tampa Bay Times. En ese artículo, escribimos lo siguiente:
“Nuestros esfuerzos conjuntos han demostrado que tenemos mucho más en común que asuntos que, a primera vista, podrían parecer que nos dividen. Ambas organizaciones han aprendido lecciones del pasado. Ambos hemos estado dispuestos a escucharnos y aprender el uno del otro. El respeto y la cooperación han producido el dulce fruto de la reconciliación, la admiración, el servicio y el amor sincero.
Las soluciones llegarán a medida que abramos el corazón a aquellos cuyas vidas son diferentes a las nuestras, a medida que nos esforcemos por establecer lazos de amistad sincera y nos veamos unos a otros como los hermanos y las hermanas que somos, porque todos somos hijos de un Dios amoroso”.
Me gusta pensar que mi amigo Amos y yo somos, en cierto modo, la personificación de la visión del Dr. King de que las personas de diferentes orígenes y razas pueden “sentarse juntas a la mesa de la hermandad”.
Repito lo que se enseña en el Libro de Mormón que “negros o blancos, esclavos o libres, varones o mujeres; […] todos son iguales ante Dios”. Ruego que Dios continúe bendiciéndonos a medida que trabajamos juntos por poner fin a las actitudes y los actos de prejuicio.