Dallin H. Oaks, presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, emitió un mensaje de consuelo y esperanza el lunes 29 de septiembre de 2025 tanto en sus redes sociales como en los medios oficiales de la Iglesia.
En dicha declaración se refirió a dos hechos que han marcado profundamente a nuestra comunidad de fe: el fallecimiento del presidente Russell M. Nelson y el trágico ataque ocurrido en Grand Blanc, Míchigan.
“Nuestros corazones están llenos de pesar. Millones de nosotros lamentamos la partida de nuestro amado profeta y presidente, Russell M. Nelson. Fue un querido amigo y un líder muy apreciado.
Sus enseñanzas atemporales continúan guiándonos y ayudándonos a encontrar consuelo en medio del sufrimiento, especialmente tras la reciente violencia dirigida contra los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Míchigan el pasado domingo”, expresó el presidente Oaks».
Refiriéndose al ataque ocurrido el 28 de septiembre en un centro de reuniones de la Iglesia en Grand Blanc, que cobró la vida de al menos cuatro personas y dejó varios heridos, aumentando el dolor de una comunidad que ya lloraba el fallecimiento, un día antes, del presidente Russell M. Nelson, a los 101 años de edad, el presidente Oaks destacó la importancia de aferrarse a los principios fundamentales del Evangelio de Jesucristo frente al dolor y la incertidumbre:
Oaks destacó la necesidad de recordar los principios fundamentales del Evangelio de Jesucristo frente al dolor y la incertidumbre:
“La terrible tragedia que tuvo lugar en Grand Blanc, Míchigan, el 28 de septiembre, nos recuerda nuestras responsabilidades sagradas como discípulos de Jesucristo.
Lloramos junto a nuestros miembros que han perdido a sus seres queridos y nos unimos en oración para pedir consuelo, al igual que otros en todo el mundo que sufren tragedias similares.
Todos buscamos respuestas y comprensión ante el trauma, el impacto y el duelo. Agradecemos a quienes ofrecen servicio, oraciones y palabras de apoyo en este tiempo tan difícil”.
El presidente Oaks cerró su mensaje con un recordatorio de fe y esperanza en Jesucristo:
“Recordemos siempre la verdad de que cada uno de nosotros es un hijo amado de Dios. Nuestro Salvador Jesucristo, mediante Su infinita Expiación, venció la muerte y nos da la gozosa certeza de que todos resucitaremos gloriosamente.
En nombre de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, extiendo mi sentir a la familia y los amigos de quienes se vieron afectados por esta reciente tragedia y a todos los que puedan estar experimentando pérdidas y dolor en este momento”.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org
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Amén