El 25 de agosto de 1878, en la pequeña capilla de Farmington, Utah, nacía la organización de la Primaria de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Bajo la dirección del obispo John Hess y Aurelia Spencer Rogers, esta organización se convirtió en un faro de luz para los niños de todo el mundo, guiándolos a conocer a Jesucristo desde una edad temprana.
Un refugio de aprendizaje y amor
Desde su fundación, la Primaria ha sido un refugio donde los niños aprenden sobre su identidad divina como hijos de Dios. Con un enfoque en el amor, los líderes y maestros han creado un entorno seguro y amoroso donde los niños pueden desarrollarse espiritualmente.
Las enseñanzas se centran en principios eternos como el respeto, el servicio y la bondad, mostrando a los más pequeños cómo ser discípulos de Cristo.
En la cuenta oficial de Instagram de la Primaria, las líderes generales de los niños, declararon:
“¡Esta semana estamos celebrando el aniversario de Primaria! Fue hace 146 años en la Rock Chapel en Farmington, Utah, que la primera reunión primaria se llevó a cabo con más de 200 niños. Gracias a todos los lideresas, maestros y líderes del sacerdocio que ayudan a estos pequeños a conocer al Salvador y reconocer lo capaces que son en servir al Señor en su obra”.
Métodos de enseñanza creativos
La Primaria se destaca por su enfoque en la enseñanza adecuada para cada etapa de desarrollo infantil. A través de historias, canciones y actividades interactivas, más de 783,000 niños de la Primaria en todo el mundo hoy en día, aprenden de manera divertida y significativa.
Este método permite que generaciones de pequeños internalicen los valores del Evangelio, convirtiendo a la Primaria en una de las organizaciones más influyentes de la Iglesia.
Un impacto global
Lo que comenzó en una pequeña capilla en Utah se ha expandido a todos los rincones del mundo. Durante estos 146 años, la Primaria ha tocado la vida de millones de niños, ayudándolos a crecer en su fe y amor por Jesucristo.
En este aniversario, honramos a aquellos que han servido en la Primaria con amor y dedicación. Su legado sigue guiando a los niños hacia un futuro lleno de fe, esperanza y servicio cristiano, reafirmando la misión de la Primaria de iluminar el camino de los más jóvenes hacia Jesucristo.