A veces, los primeros pasos no solo se dan con los pies, sino con el corazón.
En 2005, un pequeño bebé chileno dio sus primeros pasos en un viaje familiar a Islandia. Veinte años después, ese mismo joven —Edwnur Alexander Enrique Ramos Silva— da un paso aún más grande: convertirse en el primer misionero de servicio joven en Islandia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
La historia de élder Ramos Silva no es una historia común. A los seis meses, los médicos le dijeron a su madre, Nura Sarmiento, que su desarrollo sería más lento que el de otros niños. Más adelante, fue diagnosticado con autismo y una discapacidad intelectual leve. Su primera oración completa la dijo a los seis años: “Te amo, mamá”.
Pero incluso antes de hablar, él ya sabía servir.
“Si veía a un compañerito en el jardín que necesitaba ayuda, simplemente iba y lo ayudaba, sin decir nada”, recuerda su madre. “Siempre ha sido observador y servicial”.
Desde su llegada a Islandia en 2019, élder Ramos Silva ha florecido. El 12 de mayo de 2025 fue apartado como misionero de servicio, y desde entonces ha sentido con más fuerza el Espíritu de Dios y una mayor compasión por los demás.
Gracias a la inspiración y guía espiritual de los coordinadores Torben y Lise Jensen, se le asignó servir en la Cruz Roja de Islandia, donde ahora ayuda a turistas, organiza productos y brinda apoyo con alegría.
“Ha sido una experiencia excelente para mí”, dice él con una sonrisa.
Los Jensen coinciden:
“Élder Ramos Silva es un joven pionero maravilloso. Su ejemplo inspirará a otros jóvenes en Islandia a servir al Señor”.
A lo largo de su vida, ha enfrentado estudios médicos, terapias y desafíos. Pero nunca ha perdido su luz. Cuando era bebé, lo apodaron “Sonrisa”, un apodo que aún lo describe.
“Tal vez su misión será como sus primeros años de vida”, reflexiona su madre. “Servirá con una sonrisa, observando y ayudando a su manera, sin necesidad de muchas palabras”.
En una tierra fría como Islandia, hay corazones cálidos como el de élder Ramos Silva que nos recuerdan que servir es amar en acción. Y que todos, sin importar nuestras circunstancias, podemos ser instrumentos en las manos del Señor.
Fuente: Church News
