Con abrazos sinceros cientos de Santos de los Últimos Días recibieron al élder Ronald A. Rasband durante su reciente ministerio en África Oriental y Central.
Para muchos, su visita fue una respuesta a oraciones que habían hecho durante años; para otros, una señal de que el Señor ve sus esfuerzos y su deseo de seguir adelante con fe. Al iniciar su gira ministerial, el apóstol compartió:
“Estamos en la primera línea del crecimiento del evangelio en esta región”.

En Brazzaville, el élder Rasband caminó por los pasillos del Centro Educativo BYU–Pathway Worldwide. Las aulas estaban tan llenas que algunos estudiantes seguían la clase desde la puerta. Muchos sostenían cuadernos desgastados, otros practicaban inglés con frases sencillas, pero todos compartían el mismo espíritu de superación.
“Asistir aquí cambia vidas”, comentó el apóstol al ver jóvenes que combinan estudio, trabajo y fe con una dedicación admirable.
Una dedicación que marcó corazones

La visita continuó con un momento histórico en Kinshasa: la dedicación del nuevo Centro de Capacitación Misional. Ese día, los misioneros no solo recibieron un edificio; recibieron un hogar espiritual que los preparará para servir en toda África.
“Muchos conversos son jóvenes que desean servir, y ahora tendrán un lugar para prepararse con amor y guía”.
El élder Khalifa Kikuli, de Tanzania, compartió emocionado: “Estoy aprendiendo inglés más rápido de lo que imaginé”.
El élder Deniel Siles Acquaah, de Ghana, dijo con orgullo que nunca pensó ser el primer misionero de su país entrenado en este nuevo centro.
La hermana Julie Proudfoot, líder misional, lo describió así:
“Fue una bendición verlos escuchar a un apóstol. Sentí que el Señor los estaba abrazando uno por uno”.

En Nairobi, el apóstol tuvo un momento especialmente emotivo al reencontrarse con jóvenes de Sudán del Sur que conoció dos años antes. Entonces, él los invitó a considerar servir misiones. Hoy, diez ya están en el campo.
“Ese reencuentro fue pura alegría. Ellos son prueba de que una simple invitación puede transformar un destino”.
Durante su visita a Addis Abeba, el élder Rasband compartió un momento significativo con Su Santidad Abune Mathias I, patriarca de la Iglesia Ortodoxa Etíope, a quien obsequió una pequeña estatua del Cristo como muestra de respeto entre ambas tradiciones cristianas.
Al concluir su visita, el élder Rasband habló con humildad y gratitud:
“Creo que acercamos a muchas personas a Jesucristo. Ese fue mi deseo en cada paso”.
Para los Santos de África Central, su visita fue un recordatorio vivo de que Dios cumple promesas, fortalece a quienes lo buscan y guía a Su pueblo en cada nación del mundo.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org



