Tras 18 años, se escribe un nuevo hito en el atletismo estadounidense.
Y el protagonista de este acontecimiento es un miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y misionero retornado.
Mantz también representó a la universidad de la Iglesia. Imagen: Letsrundotcom
Conner Mantz, excorredor de Brigham Young University (BYU), hizo historia el domingo al establecer un récord nacional en la Media Maratón de Houston con un marca de 59:17, 26 segundos más rápido que los 59:43 de Ryan Hall en 2007.
Con su actuación, Mantz se sigue consolidando como uno de los mejores corredores de larga distancia del mundo en la actualidad.
Es apenas el cuarto estadounidense en la historia en romper la barrera de los 60 minutos en una media maratón, y es el primero en hacerlo en casi 7 años, según Citius Magazine.
Final de fotografía
Mantz rompió un récord de casi 20 años. Imagen: Houston Chronicle
A pesar de que Mantz rompió el récord estadounidense y mejoró su propia marca personal en la media maratón en más de un minuto, se quedó a las puertas de ganar la carrera.
Fue un final de fotografía después de un sprint final, y los oficiales de la carrera le dieron la victoria a Addisu Gobena de Etiopía, determinando que había superado a Mantz por 0,01 segundos.
Mantz fue alabado en las redes sociales por los fanáticos del atletismo, quienes consideran que no tardará en consolidarse como el número uno a nivel mundial.
“Se han depositado muchas expectativas sobre Conner Mantz en los últimos años. Hoy lo ha aceptado todo. ¡Qué carrera! Felicitaciones por tu nuevo récord 59:17”, destacó una usuario en ‘X’ con más de 500 Me Gusta.
Otro internauta en esta misma red social agregó: “59:17 para Mantz. Increíble. Es solo cuestión de tiempo antes de que rompa el récord de maratón”.
Bendiciones de la misión
Las redes sociales llenaron de elogios a Mantz. Imagen: Citius Mag
Conner nunca ha ocultado su fe e, incluso, ha hablado de ella abiertamente, resaltando los milagros que experimentó durante su misión.
Llamado a servir en la Misión Ghana África, aprendió cómo Dios podía ayudarlo a tener éxito si tenía fe. Incluso si eso implicaba dejar, temporalmente, de lado su pasión.
Comentó que, durante su misión en África, intentó correr, pero pronto se dio cuenta que eso le impidió comprometerse con la obra. Así que, cuando sacrificó sus deseos y se dedicó por completo a la obra misional, fue testigo del poder infinito de Dios.
“Es curioso porque en cuanto dejé de correr, gané cada vez menos peso. En los primeros 8 meses aumenté 14 kilos… y luego perdí 4,5 kilos… Cuando volví a casa, solo pesaba 9 kilos más que cuando competía”, compartió Mantz.
Conner es un ejemplo de que podemos cumplir nuestros sueños y objetivos, incluso, cuando ponemos a Dios en primer lugar.
Fuente: Deseret News
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