Cuando el Templo de Salt Lake reabra sus puertas después de una extensa renovación, quienes entren se encontrarán con un espacio sagrado que no solo honra el legado pionero de sus primeros constructores, sino que también está diseñado para acoger a más personas en las generaciones por venir.
Este esfuerzo de renovación ha sido guiado por la visión del presidente Russell M. Nelson, quien ha enfatizado que cada mejora realizada busca resaltar la misión de Jesucristo de bendecir a todas las naciones, tribus y lenguas.
Historia y modernización: Honrando el pasado
Uno de los principales desafíos de la renovación fue preservar la mayor cantidad posible del diseño original del templo, al mismo tiempo que se implementaron mejoras necesarias para protegerlo de terremotos y hacer el edificio más accesible. El resultado final permitirá que el Templo de Salt Lake conserve gran parte de su esencia victoriana, acercándose más al estilo del templo original dedicado en 1893.
Aunque algunas áreas no pudieron ser preservadas debido a la complejidad del proceso de refuerzo, muchos elementos históricos de gran valor se han restaurado. La majestuosa sala celestial, dos de las salas de sellamiento originales y las icónicas escaleras de caracol se mantendrán, brindando a los visitantes una conexión tangible con el pasado.
La renovación ha seguido un enfoque detallado, recuperando los patrones y diseños originales del templo. Cortinas, alfombras, ornamentos y pinturas reflejan fielmente el estilo victoriano, lo que permitirá a los visitantes sentir que están entrando en el Templo de Salt Lake tal como fue concebido.
Expansión y capacidad: Pensando en el futuro
Además de preservar su carácter histórico, el templo ha sido adaptado para servir a más personas de manera eficiente.
La ampliación subterránea añade 100,000 pies cuadrados (9,000 metros cuadrados) adicionales, lo que permite la incorporación de dos baptisterios en lugar de uno y un aumento significativo en el número de salas de sellamiento, pasando de 13 a 22. Estas salas son lugares sagrados donde los matrimonios y las familias se sellan para la eternidad.
El nuevo diseño también incluye cinco salas de instrucción, con capacidad para recibir a más personas en cada sesión, y una sala de velo.
El uso de tecnología de vanguardia permitirá presentaciones de video en más de 90 idiomas, lo que facilitará la participación de personas de diversas culturas y orígenes.
Además, el templo contará con sistemas de audio y visuales de alta calidad, adaptados para personas con discapacidades auditivas y otros requerimientos especiales.
Un lugar accesible para todos
La accesibilidad también ha sido una prioridad en esta renovación. Nuevos ascensores con mayor capacidad, la eliminación de escaleras innecesarias y un diseño más intuitivo permitirán que todos los visitantes se desplacen con mayor facilidad dentro del edificio.
Este rediseño fue pensado para garantizar que cualquier persona, sin importar sus necesidades, pueda adorar en este sagrado templo sin dificultades.
El director de renovaciones históricas de la Iglesia, Andy Kirby, destacó que el nuevo sistema de pasillos, con techos más altos y una vista despejada del templo, creará una experiencia mucho más fluida para los fieles, eliminando la confusión creada por las renovaciones de décadas pasadas.
Un templo para todas las naciones
El Templo de Salt Lake es un testimonio del compromiso continuo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de brindar a las personas de todo el mundo un lugar donde puedan hacer convenios sagrados y fortalecer sus lazos familiares.
Tal como lo profetizó Isaías, esta casa del Señor está destinada a ser un lugar donde las naciones vendrán a buscar guía y paz (Isaías 2:2-3).
El presidente Nelson, quien ha anunciado 168 nuevos templos en su tiempo como presidente de la Iglesia, ha dicho que la fuerza espiritual que se obtiene al adorar en el templo permitirá a los Santos de los Últimos Días permanecer firmes ante las adversidades.
Este renovado templo es una manifestación del amor de Dios hacia sus hijos y de su deseo de que todos puedan recibir las bendiciones eternas que se ofrecen dentro de sus muros.
Una mirada al futuro
Con su reapertura, el Templo de Salt Lake se convertirá en un faro aún más brillante de esperanza, accesibilidad y conexión espiritual, uniendo a las personas de todas partes del mundo en su adoración a Dios.
Sin duda, este templo renovado seguirá siendo un símbolo del pasado, presente y futuro, recordando a todos que el propósito de los templos es mucho más que las paredes que los conforman: es el vínculo eterno que crean entre las familias y Dios.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org