El Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo es uno de los coros más prestigiosos del mundo, y hasta 2023, solo aquellos que vivían cerca de Salt Lake City podían formar parte debido a los ensayos y presentaciones semanales. Sin embargo, este año, se lanzó una emocionante iniciativa global que permitirá a 50 personas de todo el mundo unirse al coro durante los próximos cinco años.
En esta Conferencia General, estos son los Santos de los Últimos Días de Sudamérica que tendrán la oportunidad de participar en este evento histórico.
Yanina Murga – Ecuador
Yanina Murga, de Guayaquil, asiste al Barrio Garzota, Estaca Kennedy, y es madre de dos hijos, uno de los cuales está sirviendo como misionero en Uruguay. Como mezzosoprano profesional y maestra de canto, Yanina ha dejado su huella en la cultura musical de su país, siendo parte de la mesa directiva de la Casa de la Cultura en Guayas y dirigiendo su propia academia de música.
Su pasión por la música la llevó a cumplir su sueño de unirse al Coro del Tabernáculo, un logro que describe como una bendición y una oportunidad para servir a través de su don.
Marcelo Maldonado – Bolivia
Marcelo Maldonado no puede contener su emoción al ser seleccionado como participante global del Coro del Tabernáculo. “Es un honor y una bendición hacer música al más alto nivel”, comparte emocionado.
Para Marcelo, esta oportunidad es la culminación de un arduo proceso de selección y un sueño hecho realidad. Cantar en la Conferencia General es para él un privilegio y una oportunidad de acercarse más a Dios a través de la música.
Axa Dennise Zárate – Perú
Axa Dennise Zarate, soprano de Tacna, Perú, ha estado inmersa en la música desde una edad temprana, tocando varios instrumentos y participando en concursos de canto. Su formación musical la llevó a obtener reconocimientos nacionales e internacionales.
Para Axa, la música es una forma de conectarse con lo divino, un legado que le fue transmitido por su madre. Ser parte del Coro del Tabernáculo es, para ella, una oportunidad de servir como misionera musical y de compartir su testimonio a través del canto.
Olivia Araya – Chile
Olivia Araya Quintana, de la estaca Chillán Ñuble, es la primera chilena en formar parte del Coro del Tabernáculo. Su vasta experiencia como directora coral la llevó a destacarse, dirigiendo coros en la dedicación del Templo de Concepción y en otras ceremonias importantes.
Para Olivia, unirse al Coro del Tabernáculo ha sido un desafío que nunca imaginó posible, pero también una experiencia profundamente conmovedora, uniendo su amor por la música con su fe.
Joel Villagra – Argentina
Desde Buenos Aires, Joel Villagra, productor y director de coros, describe su experiencia en el Coro del Tabernáculo como haber ganado su propio “Mundial”. Ser el primer argentino en formar parte de este prestigioso grupo es un gran honor y responsabilidad para él.
Joel ha dirigido importantes producciones musicales en Argentina, y esta oportunidad lo ha inspirado tanto a nivel personal como profesional.
Camila Cardús – Argentina
Camila Cardús, también de Argentina, comparte la emoción de formar parte del Coro del Tabernáculo. Pianista y directora de coros en su congregación, Camila ha dedicado más de 20 años a la música.
Para ella, cantar en el coro es más que una oportunidad artística; es una forma de compartir esperanza y paz con el mundo. Su pasión por la música y su conexión con lo divino hacen que esta experiencia sea especialmente significativa para ella.
Nelson López – Paraguay
Nelson López, el primer paraguayo en ser seleccionado como participante global del Coro del Tabernáculo, ve la música como un lenguaje divino. Para Nelson, cada himno es una oportunidad de sentir el amor de Dios y conectarse con el Espíritu.
El proceso de selección fue desafiante, pero su fe y determinación lo llevaron a superar todas las pruebas. Ahora, canta con gratitud, representando a su país y su fe.
Un legado musical internacional
El Coro del Tabernáculo es mundialmente reconocido por su legado de música inspiradora. Esta nueva iniciativa global refleja el deseo del coro de unir culturas y naciones a través de la música, llevando el mensaje de Jesucristo al mundo entero. Para estos sudamericanos, formar parte del coro no es solo un logro artístico, sino una oportunidad de ser instrumentos en las manos de Dios.
Fuente: The Tabernacle Choir