Un incidente perturbador se vivió el domingo 18 de mayo en una capilla de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Gallatin, Missouri, cuando un hombre interrumpió una reunión sacramental alegando ser un profeta y fundador de la Iglesia.

Según informó KCTV5, el sospechoso fue identificado como Dusten C. Sloan, de 25 años, residente de Rayville, Missouri. Las autoridades lo arrestaron más tarde ese mismo día tras lanzar amenazas de violencia en el edificio religioso.

Man Claiming to Be Latter-day Saint Prophet Arrested After Church Threats
Imagen de Google Maps del centro de reuniones en Gallatin, Missouri

Una situación que escaló rápidamente

Todo comenzó cuando Sloan fue invitado a quitarse el sombrero durante el servicio. Según testigos, su comportamiento se tornó agresivo al exigir que se le diera la Santa Cena. Al ser invitado a retirarse, comenzó a gritar, lanzar objetos y afirmar que debía ser bautizado de inmediato.

Mientras era escoltado fuera del edificio, Sloan supuestamente amenazó con regresar y disparar dentro del centro de reuniones. Un alguacil fuera de servicio, que se encontraba participando en la reunión, intentó calmarlo, pero las amenazas continuaron. Por precaución, los miembros fueron llevados nuevamente dentro del edificio para proteger su seguridad.

Detención y comportamiento preocupante

Cuando los oficiales llegaron al lugar, Sloan ya había huido. Sin embargo, fue localizado poco después durante un control de tránsito. Al momento de ser arrestado, declaró llamarse el profeta José Smith.

Durante su detención, Sloan mostró señales de alteración mental: se desnudó parcialmente y trató de autolesionarse. Fue trasladado a un hospital cercano para recibir atención médica.

Cargos y consecuencias

De acuerdo con documentos judiciales, Dusten Sloan enfrenta cargos por amenaza terrorista, un delito grave, además de disturbio de la paz y alteración de un servicio religioso, ambos delitos menores.

Actualmente no se le ha asignado una fianza y aún no hay una fecha oficial para su comparecencia ante la corte. Si es declarado culpable, podría enfrentar hasta cinco años de prisión y una multa de hasta $12,000 dólares.

Un recordatorio sobre la seguridad y la fe

Este incidente pone de relieve la importancia de mantener la seguridad en los lugares de adoración y la necesidad de discernir entre la fe genuina y conductas perturbadoras que pueden poner en riesgo a los demás. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no tiene relación alguna con este individuo ni respalda sus afirmaciones.

Fuente: KCTV5