Muchos Santos de los Últimos Días ahora se regocijan en Nueva Zelanda y es que el sábado 2 de agosto, se llevó a cabo la ceremonia de la Primera Palada de una nueva Casa del Señor, el tercer templo para esta nación.
El élder Taniela B. Wakolo, Setenta Autoridad General y primer consejero en la presidencia del Área Pacífica de la Iglesia, presidió el evento que reunió a más de 500 personas y fue transmitido en línea.
Durante la ceremonia, el élder Wakolo recordó eventos significativos en la historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Nueva Zelanda, como el primer bautismo de converso en el cercano arroyo Karori en 1854.

El élder Wakolo también resaltó las oportunidades que tenemos como miembros al tener un templo del Señor:
“Las bendiciones más grandes de Dios están disponibles en Sus templos. Tener templos en la Tierra es un testimonio del amor de Dios por nosotros. Todo en el templo testifica que Dios es nuestro Padre, que Jesucristo es Su Hijo y el Salvador del mundo”.
Durante la oración dedicatoria, el élder Wakolo también agradeció a los funcionarios locales por su apoyo y por las libertades religiosas en Nueva Zelanda, pidiendo a Dios “sabiduría para proteger esta tierra como un refugio de paz, con estabilidad política y económica para todos”.

Aseguró que el Templo de Wellington será un símbolo de fe en la vida después de la muerte, un lugar sagrado que permitirá a los miembros dar un paso hacia la gloria eterna para ellos y sus familias.
La dedicación de este templo será una señal de nuestra fe en la vida después de la muerte y un paso sagrado hacia la gloria eterna”, comentó el élder Wakolo, reconociendo que este templo no solo representa la membresía de los Santos de los Últimos Días, sino también su creencia en la vida eterna.
Reconociendo el propósito superior de esta Casa del Señor y dando su testimonio a la congregación, un coro interpretó el himno “This Is the Christ” (“El Cristo es”).
Un faro de luz para los Santos de Nueva Zelanda

El Templo de Wellington se construirá cerca de Okowai Road y Whitford Brown Avenue, en Aotea, Porirua, al norte de la ciudad de Wellington. El templo será una estructura de dos pisos, con una superficie aproximada de 1,380 metros cuadrados.
Además, se proyecta un edificio auxiliar con instalaciones para los visitantes y alojamiento para los asistentes, lo que contribuirá a facilitar el acceso al templo y la comodidad de quienes participen en las ordenanzas sagradas.
Una vez dedicado, el Templo de Wellington será el templo más austral del mundo, es decir, el templo ubicado más al sur del mundo entero entre todos los templos de la Iglesia. fortaleciendo aún más la presencia de la Iglesia en la región del Pacífico y sirviendo como un centro de fe para los miembros de Nueva Zelanda y de áreas cercanas.
Un legado de fe en Nueva Zelanda

La historia de la Iglesia en Nueva Zelanda comenzó en 1855, cuando se organizó la primera rama en Karori, cerca de Wellington. Desde entonces, la obra misional ha crecido significativamente.
En 1958, se dedicó el Templo de Hamilton, el primer templo de la Iglesia en el hemisferio sur. Más recientemente, el Templo de Auckland fue dedicado en abril de 2023, lo que marcó otro hito en la expansión de la Iglesia en el país.
El presidente Russell M. Nelson anunció el Templo de Wellington en la conferencia general de abril de 2022. Este templo es el primero de los 17 templos anunciados durante esa conferencia y es parte de la visión del presidente Nelson de aumentar la cantidad de templos alrededor del mundo.
Hoy, Nueva Zelanda es hogar de casi 120,000 Santos de los Últimos Días, con alrededor de 220 congregaciones. La fe en la restauración del evangelio, el testimonio de Jesucristo y la importancia de los templos sigue siendo un pilar fundamental para los miembros de la Iglesia en todo el país.
Fuente: Church News



