Mientras el sur de California enfrenta los devastadores incendios forestales que han causado evacuaciones masivas y daños significativos, la comunidad de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se mantiene fuerte, ofreciendo apoyo y esperanza en medio de la crisis.
Una declaración de esperanza y solidaridad
El élder Mark A. Bragg, presidente del Área Oeste de Norteamérica de la Iglesia, expresó un mensaje conmovedor:
“Nuestros corazones están con todos los afectados por los incendios… Lloramos con aquellos que han experimentado la pérdida y pedimos que el espíritu reconfortante del Salvador esté con ellos”.
Además, reafirmó el compromiso de la Iglesia de movilizar recursos y voluntarios para asistir tanto durante la emergencia como en las etapas posteriores.
Misioneros seguros y protegidos
La hermana Mona Mills, quien sirve en la Misión Arcadia de California, confirmó que los misioneros y el personal de oficina están a salvo, a pesar de que el incendio de Eaton se encuentra dentro de los límites de su misión.
“Los vientos fuertes han causado cortes de energía y árboles caídos, pero gran parte de los daños ya se ha limpiado”, explicó, compartiendo una imagen capturada desde la Oficina de la Misión que muestra el humo denso cubriendo las montañas cercanas.
El Templo de Los Ángeles está fuera de peligro
Una preocupación recurrente ha sido el estado del Templo de Los Ángeles, un lugar de adoración central para los Santos de los Últimos Días en la región. Según informes, el templo, ubicado en Westwood, está actualmente fuera del alcance directo de los incendios activos como el de Palisades y Eaton.
“El Templo de Los Ángeles está en una ubicación central de la ciudad, lejos de las áreas más afectadas por los incendios”, publicó Kelly Knight en X.
La respuesta de la comunidad: Fe y servicio
En medio del caos, los miembros de la Iglesia y otras comunidades han demostrado una increíble solidaridad. Voluntarios se están movilizando para apoyar a los socorristas y brindar ayuda a quienes han sido desplazados.
Este tipo de crisis recuerda el poder de la unión y la fe. Aunque los incendios han dejado una marca dolorosa, también han dado lugar a actos de bondad y resiliencia que reflejan el verdadero espíritu del Evangelio.
“El fuego puede consumir la tierra, pero nunca apagará la luz de la fe en nuestros corazones”.
La Iglesia continúa pidiendo oraciones y acciones para apoyar a quienes enfrentan estos difíciles momentos. Juntos, la comunidad sigue adelante, confiando en que la esperanza y la compasión prevalecerán.
Fuentes: newsroom.churchofjesuschrist.org, Church News, ldsdaily.com
[Noticia en desarrollo]