Dios siempre nos muestra el camino para acercarnos, en esta vida, y llegar a vivir con el en la vida venidera. En las escrituras, Dios siempre ha mandado guías inspirados como muestra de su amor. Tal vez, al leer la escrituras, han encontrado el versículo que se encuentra en Mateo 7:15 advirtiéndonos de los “falsos profetas”. Sabemos que Dios es el mismo ayer, hoy, y para siempre. ¿Es posible que halla un profeta moderno? ¿Cómo se puede saber si realmente es un profeta de Dios? A continuación se analizan las palabras de los profetas para responder estas preguntas.
“Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande.
Mas acontecerá que cualquiera que no oiga mis palabras que él hable en mi nombre, yo le pediré cuentas.” Deuteronomio 18:18-19
Las escrituras son un testimonio de los profetas y sus encuentros con Dios. Los profetas son escogidos por Dios, pero son humanos imperfectos como tu y yo. Al aceptar las limitaciones terrenales de los profetas, tenemos que aceptar que cometerán errores como todos nosotros
Estas escrituras aclaran varias preguntas relacionadas con la necesidad y el propósito de los profetas. Necesitamos profetas para escuchar la palabra de Dios. Éste modelo inspirado por Dios era necesario en los tiempos antiguos y sigue siendo necesario en los tiempos modernos. Jehová recalca, en su declaración, la responsabilidad ante Él para todo aquel que no oiga las palabras de los profetas. ¿Sería posible que un profeta pueda desviar al pueblo de Dios? ¿Debemos creer todo lo que dicen?
“Y si dices en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no haya hablado?
Cuando un profeta hable en nombre de Jehová, y si tal cosa no se cumple ni acontece, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló aquel profeta; no tengas temor de él” Deuteronomio 18:21-22
Uno de los profetas modernos dijo lo siguiente:
“Seria una lástima que un líder nos llevara a la destrucción” El temor que tengo hacia la falta de comunicación individual con el Señor para buscar confirmación si sus líderes lo están siguiendo es mucho más grande que el temor que tienen de ser guiados incorrectamente. Tengo temor de los discípulos que están sumamente cegados por la confianza en sus líderes que pondrían su futuro en las manos de ellos, negando, al mismo tiempo, la bendición de su opinión e influencia personal basada en su revelación directa con Jesucristo. Mi exhortación siempre ha sido que cada miembro, hombre o mujer, tiene la responsabilidad de preguntar a Dios si sus lideres están siguiendo la inspiración dada por Dios o no.” Presidente Brigham Young
Debemos tener un testimonio de los hombres escogidos por Dios. Teniendo este testimonio, debemos tener el valor suficiente para preguntarle a Dios si nuestros líderes lo están siguiendo. El espíritu santo testificará a nuestros corazones si lo hacemos con un corazón contrito, y con verdadera intención.
