¿Qué tan grandes son las consecuencias si te excomulgan?

adulterio

Pregunta

Querido Gramps,

Me siento tan agradecido de tenerte. Eres una gran ayuda en mi vida. No sé si obtendré una respuesta, pero solo quería saber: ¿Qué tan grandes son las consecuencias si eres excomulgado de la Iglesia? Gracias.

Shanz

Respuesta

Shanz,

La excomunión es la forma más seria de disciplina que la Iglesia puede ejercer sobre uno de sus miembros. Es un asunto muy serio y no hay que considerarlo a la ligera.

Para responder a tu pregunta completamente, primero tenemos que explorar el principio de la obediencia en relación con el Evangelio de Jesucristo.

En Moisés 1: 39 leemos lo siguiente:

“Porque, he aquí, esta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre”.

Dicho de otra manera, de todas las cosas que Dios podría hacer con Su tiempo, inteligencia y capacidad; Él dedica todo a nuestro crecimiento espiritual y eterno.

 

plan de Dios

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Además de ser un pensamiento muy aleccionador, arroja una luz interesante a Sus mandamientos. ¿Para qué son todas las normas? ¿Qué es lo que Él espera lograr al forjar todos estos convenios con nosotros y por qué la obediencia es tan importante para todo esto?

La respuesta corta es que todo lo que Él nos ha dado en esta vida se ha dirigido a ayudarnos a darnos cuenta de todo nuestro potencial espiritual. La Biblia, especialmente el libro de Apocalipsis, está lleno de promesas de Dios para nosotros de que tenemos la oportunidad de llegar a ser como Él es, o vivir el mismo tipo de vida exaltada y eterna que Él ha logrado.

Permíteme ilustrar lo que quiero decir con algunas citas de Apocalipsis:

Apocalipsis 2: 7

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.

Apocalipsis 2:10-11

No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo va a echar a algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación durante diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no recibirá daño de la segunda muerte.

Apocalipsis 2:17

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

Apocalipsis 2:26-28

Y al que venciere, y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré potestad sobre las naciones; y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero, como también yo la he recibido de mi Padre.

Y le daré la estrella de la mañana.

Apocalipsis 3:5

El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.

Apocalipsis 3:12

Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.

Apocalipsis 3:21

Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.

ver a Dios

Todas estas cosas se nos prometen en una condición específica. Debemos vencer. Pero, ¿qué debemos vencer? Para darle una mejor respuesta a esto, debemos recurrir al Libro de Mormón:

Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente infligir sobre él, tal como un niño se somete a su padre (Mosíah 3: 19).

A medida que nos esforcemos por obedecer los mandamientos del Señor, honrar y guardar los convenios que hicimos con Él, la expiación de Cristo trabajará en nuestro nombre para llenar los vacíos que no podemos cubrir. Ninguno de nosotros es tan justo como para no tener la necesidad de la expiación. Todo esto está dirigido a nuestro deseo de volver a vivir con nuestro Padre Celestial.

Como puedes ver es un asunto serio. Entonces, con respecto a tu pregunta y la excomunión, “¿qué tan grandes son las consecuencias?”

La excomunión es una pérdida completa de todas las bendiciones, la autoridad, los privilegios, los derechos y las asociaciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

En cierto sentido, se vuelve como si nunca te hubieras bautizado. Todos los convenios que tuviste en la Iglesia se terminan. Tu membresía se termina y si posees el sacerdocio, también lo pierdes.

Dios

Ahora, por más serio que sea, la Iglesia nunca usa la excomunión como un paso final. Nunca se ha utilizado para echar por siempre a alguien del Reino de Dios. Sin embargo, es una herramienta esencial para la protección de dos formas.

Primera forma

Cuando hacemos convenios, nos comprometemos a un nivel de obediencia para recibir las bendiciones asociadas. Las oraciones sacramentales son un ejemplo excelente de esto. No obstante, cuando rompemos esos convenios, las consecuencias de esas decisiones deben venir a nosotros con la misma seguridad que las bendiciones por nuestra obediencia.

Para un ejemplo físico, considera una estufa caliente. Las leyes de la física dictan que el aire alrededor de la estufa caliente te protegerá de quemarte siempre y cuando mantengas tu mano a una distancia segura de la fuente de calor.

Si decides romper la ley de protección y colocar tu mano sobre la estufa caliente, la ley de protección ya no te servirá. En cambio, las leyes de la física dictan que el calor de la estufa debe entrar a tu mano y, por lo tanto, te causará gran dolor y te dejará cicatrices.

Las consecuencias de romper un convenio son igualmente ciertas y activas sobre nosotros a nivel espiritual. Cuanto más progresemos en el Evangelio, mayores serán las recompensas y las consecuencias.

perdonarte

En cierto punto, los pasos típicos del arrepentimiento ya no nos servirán y nuestra desobediencia nos causará un gran dolor y cicatrices espirituales. Cuando alcancemos ese punto de desobediencia espiritual, la Santa Cena ya no nos protegerá. Ir al obispo no te dará el perdón que necesitas para comenzar el proceso de sanación.

La excomunión, en este caso, es una herramienta misericordiosa que nos brinda un Salvador amoroso y nos libera de las obligaciones de nuestros convenios.

En los niveles más altos de rebelión contra Dios en esta vida, es mejor que no tengamos ningún convenio con Él, en lugar de quebrantarlos todos. Por lo tanto, se nos retira la membresía de la Iglesia, para “detener el sangrado”, por así decirlo.

Como dije, este no es el paso final, sino el primer paso en un proceso más difícil de arrepentimiento.

Cualquiera que haya sido excomulgado tiene la capacidad de comenzar el proceso de regresar a la Iglesia una vez más, comenzando con el bautismo. Al igual que todos los demás, deben comenzar con el primer paso, aquellos que buscan reincorporarse a la Iglesia deben humillarse ante Dios y someterse a Su voluntad, tal como se indicó anteriormente en Mosíah.

Puede tomarnos varios meses o años volver a ser dignos del bautismo. Pero, mientras sigamos en esta vida, la opción permanece abierta para nosotros. Cristo nunca le daría la espalda para siempre a alguien capaz de arrepentirse y como esta es Su Iglesia, nosotros tampoco.

Segunda forma

perdonarte

En ciertos casos, la excomunión se utiliza para proteger a los miembros fieles de la Iglesia de un “lobo vestido de oveja”.

Desde el comienzo, han existido y todavía existen, aquellos que destruirían la Iglesia desde adentro si pudieran. Es posible que muchos de ellos no se den cuenta al principio de que persiguen ese objetivo, pero, persisten. Asimismo es posible que muchos de ellos estén plenamente conscientes de lo que están haciendo.

En cualquier caso, la excomunión es el paso final de la disciplina para aquellos que participan en una rebelión abierta contra las doctrinas, los principios o los líderes de la Iglesia.

Incluso, en este caso, la misericordia que se les extiende considerando su rompimiento voluntario de los convenios es parte de la acción.

La otra parte es retirar a los miembros rebeldes de las congregaciones que podrían ser tentadas fácilmente por ellos, trayendo la desobediencia y daño espiritual a varios, sino docenas de miembros fieles y buenos de la Iglesia.

Una vez más, si los rebeldes pueden y están dispuestos a humillarse ante Dios, la excomunión puede terminar como lo describí anteriormente.

Santa Cena

Un gran ejemplo de esto proviene de nada menos que de José Smith y WW. Phelps en los primeros años de la Iglesia.

El hermano Phelps actuó en contra de la Iglesia y el profeta. Por eso, el Profeta José Smith lo excomulgó.

Su traición al profeta y los Santos en Misuri aumentó considerablemente su sufrimiento y dificultades en esos días oscuros.

Sin embargo, el tiempo pasó y el hermano Phelps se humilló ante el Señor, la Iglesia y José Smith. Presentó una solicitud de perdón y permiso para unirse a la Iglesia.

La respuesta de José Smith fue clara. Citaré parte de eso aquí:

“Querido hermano Phelps: Debo confesar que no es con los sentimientos de costumbre que trato de escribirle unas cuantas líneas en respuesta a su muy atenta del 29 [del mes pasado]; al mismo tiempo me regocijo por el privilegio que se me ha concedido… Es cierto que hemos sufrido mucho por motivo de su conducta. El vaso de hiel, que ya era más de lo que podía beber un ser mortal, ciertamente rebosó cuando usted se volvió contra nosotros… No obstante, la copa se ha bebido, se ha hecho la voluntad de nuestro Padre y todos estamos con vida, por lo que damos gracias al Señor. Y habiendo sido librados por la misericordia de nuestro Dios de las manos de hombres inicuos, decimos que usted puede tener el privilegio de ser liberado de los poderes del adversario… Convencido de que su confesión es sincera y su arrepentimiento genuino, me dará gusto estrecharle una vez más la mano derecha en señal de fraternidad, y me regocijaré por el regreso del pródigo… ‘Venga, querido hermano; la contención quedó atrás, pues los que fueron amigos, de nuevo amigos serán’. Atentamente, José Smith”.

pecadores

Hay varias señales de advertencia a lo largo del camino de la desobediencia. Hay varias oportunidades para el arrepentimiento en ese camino oscuro antes de que uno se encuentre frente a la excomunión.

Hay varias manos y corazones que se extienden para ayudar a convertir el alma rebelde y retomar el camino hacia el perdón y el amor eterno de Cristo. Incluso en el momento de la excomunión, todavía se puede tener esperanza y encontrar perdón.

Al considerar el costo horrible que el Salvador Jesucristo pagó por cada uno de nosotros, me resulta inconcebible que alguna vez renunciaría a nosotros. Incluso, cuando parece que todo lo que queremos es luchar contra Él, Su brazo misericordioso se extiende hacia nosotros.

Que siempre podamos y estemos dispuestos a tomar ese brazo, independientemente de la gravedad de nuestros pecados y que permitamos que el Señor nos lleve de nuevo a Su luz.

Fuente: Askgramps.org

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