Cada año, los mormones se reúnen para un servicio de adoración en la Pascua que celebra la vida del Salvador y honra Su expiación y Su muerte voluntaria en la cruz. Desde los nenes de 18 meses en la guardería de menores que están aprendiendo que debido a que Jesús resucitó, todos resucitaremos, hasta los adultos en la Escuela Dominical, los mormones recuerdan lo que la vida y muerte del Salvador significan para sus propias vidas y muertes.
Por supuesto, el servicio de Pascua es sólo uno de los muchos servicios y clases dados acerca de la expiación de Jesucristo. La teología mormona se centra en este tema y se enseña y se recuerda a lo largo de todo el año, no sólo en un día del año. En Navidad, los mormones recuerdan que la Navidad se celebra porque hay una Pascua. A lo largo del año, la participación en la Santa Cena (comunión) es un recordatorio semanal de la expiación y un tiempo en que los mormones son invitados a reflexionar sobre el regalo que recibieron y cómo pueden demostrar su amor por la ofrenda del Salvador. Las lecciones y discursos (sermones) con frecuencia se enfocan en el ministerio de Jesucristo y Su expiación.
Puede ser instructivo aprender lo que los mormones aprenden acerca del mensaje de la Pascua, no sólo en primavera u otoño, sino todo el año. Los mormones ponen todos sus manuales en el internet, donde se puede acceder a cualquiera de ellos sin costo y sin registro. Muchos de estos manuales de lecciones contienen lecciones acerca de la expiación.
Los adultos que están aprendiendo acerca de los mormones al asistir a sus reuniones y los nuevos mormones asisten a una clase especial de la Escuela Dominical. Este curso, el cual utiliza el manual de los Principios del Evangelio, ayuda a los recién llegados a aprender las cosas básicas de la religión y los prepara para un mayor aprendizaje. El capítulo 12 de este manual se trata acerca de la expiación de Jesucristo.
Durante esta lección, los estudiantes aprenden que la expiación fue necesaria para nuestra salvación. Se les enseña que en la caída de Adán, dos tipos de muerte fueron posibles. Una es la muerte física, y la otra es la separación de Dios, la cual es la muerte espiritual. La única forma en que ambos tipos de muerte podrían ser superados era a través de la expiación. Dios proporcionó esta expiación por amor a nosotros y Jesucristo se ofreció voluntariamente para llevarla a cabo, sin pedirnos nada a cambio. Aprenden que sólo Jesucristo podría expiar por nosotros dado que Él era el único ser perfecto, fue el Hijo Unigénito de Dios, y había sido elegido por Dios para esta misión.
El manual enseña a los estudiantes acerca del Jardín de Getsemaní, una parte de la expiación que muchas religiones consideran menos importante que la cruz, a pesar del sorprendente dolor y sufrimiento que el Salvador soportó en el Jardín. Allí Él tomó nuestros pecados en un proceso tan doloroso que sangró por cada poro. Él no hizo esto como un sacrificio grupal, sino que tomó cada pecado individual de cada persona, haciéndola una ordenanza vicaria muy personal realizada en nuestro nombre. Después, murió en la cruz de una manera dolorosa, nuevamente por voluntad propia, dado que nadie podría haberlo forzado a morir.
El recordatorio de la lección se centra en los resultados de la expiación, el cual dio a todos rescate de la muerte física. Sin embargo, cada persona debe elegir activar el grado total de la expiación; rescate de la muerte espiritual; aceptando a Jesucristo como nuestro Salvador y demostrando nuestra fe en Él. Hacemos esto arrepintiéndonos de nuestros pecados, siendo bautizados (lo que los mormones pueden hacer a partir de los ocho años), recibiendo el Espíritu Santo, y guardando los mandamientos. Jesús enseñó que no era suficiente decir que lo amamos y aceptamos. También debemos hacer lo que Él nos ordenó hacer:
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos (Mateo 7:21).
Nuestra obediencia a los mandamientos de Dios es una medida de nuestra fe y nuestro amor. Si los guardamos sin fe ni amor, sin tratarlos como una ofrenda a Dios, no tienen valor. Sin embargo, si los guardamos íntegramente por amor, demuestran a Dios que nuestras palabras tienen peso y valor.
Echemos un vistazo a otro manual. Los niños entre 8 a 11 años, al igual que los adolescentes y adultos, tienen un curso de cuatro años de estudio en el cual aprenden las escrituras mormonas. Dos de estos años se enfocan en la Biblia y uno de los años de la Biblia, por supuesto, es sobre el Nuevo Testamento. Aunque los niños no tienen una lección especial de Pascua, el manual del Nuevo Testamento para niños mormones tiene muchas lecciones sobre la vida de Jesucristo. El manual está vinculado al manual del maestro, dado que los niños no reciben manuales propios. La lección 30 enseña de la expiación en el Jardín de Getsemaní y la 32 trata de la muerte de Jesús en la cruz. La siguiente lección enseña la resurrección. En la lección 32, la cual enseña acerca de la muerte y sepulcro de Jesús, los niños son instruidos a estudiar Mateo 27:32-66, Lucas 23:26-56, y Juan 10:17-18, 19:13-42, todos los cuales se encuentran en la Biblia.
A los niños se les recuerda lo que saben acerca de Adán y Eva y la forma en que llegaron al mundo. Se les pregunta qué sucede cuando una persona muere o si podemos reunir el espíritu y el cuerpo por nuestra cuenta o no. No podemos, Aprenden que Jesús hizo posible que esto suceda y debaten el por qué Él fue la única persona que pudo haber realizado la expiación. Cuando los niños leen las escrituras asignadas, se les pide explicar qué les enseñan los versículos acerca de Jesucristo. Esto es importante, porque quién es Él tiene mucho que ver con por qué es nuestro Salvador. Cuando leen cómo los fariseos le pidieron a Pilato que se asegurara que nadie pudiera robar el cuerpo de Jesús y declaró que había resucitado, llegan a entender que el poder del Señor es mayor que cualquier poder del hombre.
Los mormones no confinan sus estudios de la expiación de Jesucristo a un día al año. Comprenden que este momento con el tiempo hizo posible que ellos regresaran a casa con Dios y Jesucristo y que vivieran una vida llena de esperanza y gozo, a pesar de los desafíos que la mortalidad pueda traer. Cada día es una celebración de la Pascua en el mormonismo.
Los mormones han estado publicando una serie de videos sobre la vida de Jesucristo. Por favor tómense un momento para ver con respeto este video, el cual retrata la flagelación y la crucifixión de Jesucristo.
<iframe width=”560″ height=”315″ src=”http://www.youtube.com/embed/c8KdVPjO53Q” frameborder=”0″ allowfullscreen></iframe>