Pregunta:
Tengo 14 años y pertenezco a las damitas ahora. Todas mis amigas han estado en la presidencia de las abejitas o las damitas, pero yo no he recibido un llamamiento. ¿Por qué? Me siento apartada o no importante. Sigo todas las enseñanzas de la iglesia y asisto a la iglesia todas las semanas además tengo una recomendación actual para el templo.
Savvy
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Respuesta:
Querida Savvy,
Primero que todo, Dios te bendice por tu obediencia y tu deseo de servir. La iglesia siempre ha necesitado manos serviciales y estás en el camino correcto con tus deseos. Sin embargo, recuerda, solo porque no hayas recibido un llamamiento para las presidencias de las Mujeres Jóvenes, no significa que de alguna manera no seas importante. Tú eres muy importante. En Doctrina y Convenios 18: 10 el Señor sencillamente dice cuán importante eres:
“Recordad que el valor de las almas es grande a la vista de Dios.”
De hecho, eres tan valiosa para Dios que Él envió a su hijo Jesucristo para pagar el precio de tus pecados para que algún día puedas volver a casa con Él.
Frecuentemente, en la iglesia tendemos a comparar el liderazgo con la importancia. Pero, ¿qué es el liderazgo en el reino del Señor? Nuestro Salvador responde a esta pregunta en Marcos 10:42 – 44 cuando sus apóstoles estuvieron luchando con ese mismo asunto:
Pero Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son reconocidos como gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que en ellas son grandes tienen sobre ellas potestad.
Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor;
y cualquiera de entre vosotros que quiera ser el primero será siervo de todos.
Puedes comenzar ejerciendo el liderazgo en la iglesia de hoy, no importa cuál sea tu llamamiento, al servir a los que están a tu alrededor. Eso es lo que Jesucristo considera un líder.
Con tu deseo de servir, no tengo duda de que tendrás muchos llamamientos a lo largo de tu vida. Pero, no importa qué llamamiento recibas, nunca olvides la admonición del Presidente Uchtdorf en su mensaje durante la conferencia general de abril 2017, “El mayor entre vosotros:”
La mayor recompensa de Dios se destina a los que prestan servicio sin esperar recompensa. Se destina a los que sirven sin hacer alardes, a los que en silencio van buscando maneras de ayudar a los demás; a aquellos que ministran a los demás simplemente porque aman a Dios y a Sus hijos.
Así que busca maneras de servir a aquellos que están a tu alrededor y no te preocupes tanto por los títulos que tengas. Si lo haces, no importará qué llamamiento recibas, seguirás la voluntad de Dios para ti.
Créditos a askgramps.org