“La fe no es ciega. Es informada. Y sigue adelante incluso cuando hay preguntas” -Bruce y Marie Hafen
Para algunos, descubrir detalles inesperados sobre la historia de La Iglesia de Jesucristo de lo Santos de los Últimos Días puede sentirse como un balde de agua fría.
Un líder que dijo algo incómodo. Una política que no entiendes. Un capítulo histórico que no encaja con la imagen perfecta que tenías del Evangelio.
Si alguna vez sentiste eso… no estás solo. Y no estás perdido. Solo estás en la Etapa Dos.

Tres etapas para navegar la fe con esperanza
Bruce y Marie Hafen propusieron un marco poderoso para entender cómo respondemos a la complejidad:
Simplicidad → Complejidad → Simplicidad más allá de la complejidad.
Etapa Uno: Simplicidad
Todo es bello. El Evangelio es perfecto. La Iglesia es impecable. Tu barrio, tu obispo, tus líderes… todo es arcoíris y cielos despejados.

Etapa Dos: Complejidad
De pronto, el cielo se nubla.
Descubres algo en Internet. Escuchas un podcast. Lees un artículo.
Y te preguntas: ¿Por qué nunca supe esto antes?
Lo que parecía perfecto ahora tiene matices. Detalles. Grietas. Y eso puede doler.

Etapa Tres: Simplicidad más allá de la complejidad
No niegas lo complejo. Lo reconoces. Pero eliges quedarte. Con fe más profunda. Más real. Más informada.
Sabes que la Iglesia no es perfecta, pero el Evangelio sí. Y decides ser parte activa de esa reconciliación.

¿Cómo llegar a la Etapa Tres?
Aquí van algunos recordatorios prácticos y con fe:
- No entres en pánico.
No todo lo difícil es destructivo. Algunas cosas solo necesitan contexto. - Investiga con calma y corazón abierto.
Hay recursos confiables, herramientas oficiales y voces sabias que pueden ayudarte a entender mejor. - Acepta que no todo tiene respuesta… todavía.
Dios sigue revelando “muchas cosas grandes e importantes”. Parte de la fe es vivir con algo de ambigüedad. - No olvides lo que sí sabes.
Que Dios vive. Que Jesucristo te ama. Que el Libro de Mormón es verdadero. Que has sentido Su Espíritu. Eso también es evidencia. Y vale. - Habla con personas que ya cruzaron este puente.
Busca mentores en la fe. Personas que no hayan renunciado ante la duda, sino que hayan crecido con ella. - Y no dejes fuera a Dios.
No estás enfrentando esto solo. Él sabe cómo guiarte desde la tormenta hasta la paz.
La fe no es ignorar lo difícil. Es seguir creyendo, aun sabiendo que hay cosas difíciles.
Quizás la Iglesia no sea perfecta. Pero Jesucristo sí lo es.
Y a veces, cuando la historia nos asusta, es Él quien nos toma de la mano y nos lleva a través de la complejidad hacia una fe más fuerte y más luminosa.
Si estás en la Etapa Dos, no significa que te perdiste. Significa que estás creciendo. Y hay luz al otro lado.
Para saber sobre el tema, te invitamos a ver este nuevo episodio de Más Fe Docs




Muy buen articulo5, justo estaba buscando algo así. Gracias
Nos alegra que te guste el artículo José, no olvides compartirlo.
Muy buen articulo
Gracias por tu comentario, José. Siempre es importante buscar respuestas y fortalecer nuestra fe frente a preguntas difíciles.