Pregunta
Un amigo mío, un antiguo obispo, cree que los fantasmas son reales. Sin embargo, no puede explicar por qué algunos fantasmas son buenos y otros malos. Por mi parte, no puedo entender por qué se permitiría que un espíritu permaneciera aquí en la Tierra y sea visto o se permita que haya evidencia de su existencia.
Creo que todos los espíritus que dejan este cuerpo mortal regresan al mundo de los espíritus, hasta la resurrección final.
¿Por qué podemos ver fantasmas? ¿no deberían estar en el mundo de los espíritus?
James
Respuesta
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James,
En cierto sentido, ambos tienen razón. Muchos de nuestros líderes han testificado que el mundo de los espíritus está muy cerca. Por ejemplo:
“El presidente Brigham Young enseñó que el mundo de los espíritus al que van los que han muerto está en la Tierra, alrededor de nosotros”. (Véase “Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young”, 1997, págs. 293–294).
El presidente Ezra Taft Benson enseñó:
“Los visitantes, visibles e invisibles, del más allá, a menudo están cerca de nosotros. Esto es parte de la eternidad que vivimos hoy, parte del plan de Dios. No hay velo para el Señor”. (Enseñanzas de Ezra Taft Benson, página 35)
El presidente Joseph F. Smith dijo:
“Creo que nos movemos en la presencia de mensajeros y seres celestiales, y que nuestro ser se halla entre ellos. No estamos separados de ellos… vivimos en su presencia… ellos nos ven”. (Reporte de la Conferencia General, abril de 1916)
Élder John A. Widtsoe:
“El hombre no está solo, camina en medio de una compañía tan celestial de la que puede esperar ayuda si la busca de manera adecuada y decidida “. (“Rational Theology”, página 68)
En lugar de usar el término “fantasmas”, que me recuerda Halloween, usemos términos más apropiados, como ángeles o espíritus.
El Diccionario de la Biblia explica que los ángeles pueden ser espíritus que aún no han nacido, o aquellos que han muerto y están esperando la Resurrección.
Sabemos que Satanás y los que lo siguieron son parte de la compañía invisible que nos rodea. Sin embargo, no te preocupes por esto, recuerda lo que Eliseo le enseñó a su siervo. Leemos en 2 Reyes 6: 15-17:
15 Y levantándose de mañana para salir el que servía al hombre de Dios, he aquí que el ejército tenía rodeada la ciudad con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?
16 Y él le dijo: No tengas miedo, porque son más los que están con nosotros que los que están con ellos.
17 Y oró Eliseo y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del joven, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
Ambos contaban con una compañía invisible.
Finalmente, uno de los dones del Espíritu que podemos buscar es el don del ministerio de ángeles. El élder Holland compartió un maravilloso mensaje sobre esto.
“Ruego que todos sintamos más gratitud y que estemos más dispuestos a creer en la promesa del Señor que se encuentra en uno de los pasajes predilectos del presidente Monson: ‘Iré delante de vuestra faz. Estaré a vuestra diestra y a vuestra siniestra… mi Espíritu estará en vuestro corazón, y mis ángeles alrededor de vosotros, para sosteneros’”.
En conclusión, el mundo de los espíritus está más cerca de lo que pensamos, está aquí en la Tierra. El Señor envía a Sus ángeles para que nos acompañen y nos protejan.
Fuente: Ask Gramps