Mientras estaba asignado a la Iglesia, el élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, recibió la tarea de encontrar un lugar en el que no había estado antes. Como normalmente se hace, puso la ubicación en su GPS y comenzó a seguir las instrucciones. Sin embargo, a medida que se acercaba, las instrucciones parecían extrañas, y decidió apagar el GPS y encontrar la ubicación él mismo.
“Pronto me di cuenta de que iba en la dirección equivocada”, dijo. Se detuvo y volvió a encender el GPS. “Afortunadamente, me arrepentí a tiempo y pude cambiar mi dirección”.
Esta vez, el élder Soares siguió las instrucciones exactamente, encontró el camino a la ubicación de su asignación. Él relata “y pude estar con los miembros de la Iglesia y disfrutar del Espíritu del Señor en esa reunión y asignación que tuve”.
Tu GPS espiritual
La vida mortal está llena de distracciones, desvíos y presiones para apagar el GPS espiritual y buscar orientación en otro lugar.
“Nos ponemos en peligro espiritual cuando confiamos solo en nuestra propia sabiduría y apagamos este GPS espiritual”, dijo el élder Soares. “Por lo tanto, seguir las palabras del Señor y de Sus profetas no es solo una cuestión de conveniencia, sino más importante, es una cuestión de supervivencia espiritual”.
Los profetas son nuestros guías espirituales en estos tiempos
El élder Soares invitó a estudiar las palabras de los profetas para ayudarnos en nuestras decisiones:
“Prometo que a medida que hagas un esfuerzo por buscar y seguir un consejo profético, serás guiado en tu búsqueda a una dirección específica que será pertinente y útil para ti en tu situación individual”.
Hay algunos que luchan contra su propia fe en Dios y en Jesucristo. Los que han elegido este camino no son malas personas, “seguro que no”, dijo. “Sin embargo, quiero ayudarlo a ver que ese camino, si bien es tentador, puede generar un estrés excesivo, dolor de corazón y dolor, similar a lo que experimenté cuando apagué mi GPS tratando de encontrar mi dirección ese día”.
El élder Soares explicó con su testimonio de que el Señor habla a través de sus profetas y apóstoles modernos, y que Cristo es la cabeza de su Iglesia.
“Nuestros profetas representan al Salvador y nos enseñarán según su voluntad. Te prometo que vivir de acuerdo con estos principios nos permitirá ganar la vida eterna”.
Fuente: The Church News