La bendición apostólica que nos dio el presidente Russell M. Nelson antes de finalizar la Conferencia General fue uno de los momentos más emotivos y especiales. Al escuchar la bendición nuestros corazones experimentaron consuelo, paz y esperanza. Con el fin de recordar esta bendición cada día, la compartiremos a continuación.
“Queridos hermanos y hermanas, les expreso mi amor. En este tiempo de tensión e incertidumbre, e invocando la autoridad con la que se me ha investido, quisiera conferirles un bendición apostólica:
Los bendigo con paz y con una fe cada vez mayor en el Señor.
Los bendigo con el deseo de arrepentirte y de llegar a ser un poco más semejantes a Él, cada día que pase.
Los bendigo para saber que el profeta José Smith es el profeta de la restauración del evangelio de Jesucristo en su plenitud.
Si hubiera enfermedades entre ustedes o sus seres queridos, dejo una bendición de sanación, de acuerdo con la voluntad del Señor.
Así los bendigo, y expreso una vez más mi amor por cada uno de ustedes, en el sagrado nombre de Jesucristo, amén.”