La nueva biografía del presidente Dallin H. Oaks proporciona diversas perspectivas sobre la historia en desarrollo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Una de esas perspectivas proviene directamente del presidente Russell M. Nelson, que explica de manera muy específica por qué eligió al presidente Oaks como su primer consejero.
En parte, el presidente Nelson tomó dicha decisión según su sentido y conocimiento de la historia de la Iglesia.
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Tras la muerte del presidente Thomas S. Monson y el élder Robert D. Hales, el domingo 14 de enero de 2018, los 13 apóstoles de la Iglesia organizaron una nueva Primera Presidencia. Eligieron a Russell M. Nelson como el decimoséptimo presidente de la Iglesia.
En la nueva autobiografía del presidente Oaks, “In the Hands of the Lord: The Life of Dallin Oaks”, se relata que fue él quien ordenó y apartó a Russell M. Nelson como el nuevo profeta de la Iglesia junto con los otros 11 apóstoles.
Si bien, por lo general, es parte del patrón de sucesión en el liderazgo de la Iglesia que el siguiente apóstol de mayor antigüedad ordene y aparte al apóstol de mayor antigüedad como el nuevo presidente de la Iglesia, lo que hizo el presidente Nelson después fue diferente.
El presidente Henry B. Eyring le contó al biógrafo Richard E. Turley Jr. que relata esta historia que, después de su ordenación, el presidente Nelson se retiró de la sala para orar. Luego, les dijo a los apóstoles que quería reunirse con cada uno en privado.
“Quiero que piensen mejor sobre mis consejeros y las dos sillas vacías en el Cuórum de los Doce”, les dijo el presidente Nelson.
Si bien esto no tuvo precedentes en la historia de la sucesión en la presidencia de la Iglesia, fue muy familiar para cada apóstol, ya que siguen el mismo patrón mientras viajan por el mundo para seleccionar nuevos presidentes para las 3,400 estacas de la Iglesia.
“A lo largo de esas entrevistas, me quedó muy claro, mientras oraba al respecto, que Dallin debería ser el primer consejero porque, tras mi fallecimiento, será el próximo presidente de la Iglesia.
Eso es lo más amable que pude hacer por la Iglesia y él… dar esa exposición”, le dijo el presidente Nelson a Turley.
Años antes, el duodécimo profeta de la Iglesia, el presidente Spencer W. Kimball, compartió con el presidente Nelson su propia falta de exposición al trabajo de la Primera Presidencia antes de convertirse en presidente de la Iglesia.
El presidente Nelson experimentó el mismo camino, cuando pasó del Cuórum de los Doce directamente a la presidencia de la iglesia.
“Recuerdo cuando el presidente Kimball fue llamado a ser presidente de la Iglesia. Yo era su cirujano. Él confiaba mucho en mí, dijo: ‘Hermano Nelson, no sé nada sobre el trabajo de la presidencia de la Iglesia’.
[El presidente Kimball] solo había servido en el Cuórum de los Doce… Los miembros del Cuórum de los Doce hacen bien su trabajo y conocen bien su trabajo.
Sin embargo, eso no incluye ningún aprendizaje sobre los temas de los que solo se encarga la Primera Presidencia. Entonces, pensé, que por el bien de la Iglesia, Dallin debería estar en la Primera Presidencia”.
Después de una de las primeras reuniones de la nueva Primera Presidencia en enero de 2018, el presidente Oaks hizo una breve observación en su diario. Presagió el ritmo vigoroso de la nueva administración del actual profeta.
“El presidente Nelson es fuerte en inspiración y valiente para abordar problemas difíciles y aplazados durante mucho tiempo. Los consejeros son solidarios y armoniosos. Este servicio es gozoso”, dice en su autobiografía relatada por el biógrafo Richard E. Turley.
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Fuente: Deseret News