El élder Matthew S. Holland, Setenta Autoridad General de los Setenta e hijo del presidente Jeffrey R. Holland, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, habló en el Servicio Patriótico del Festival de la Libertad de América, celebrado en el Centro Marriott en Provo, Utah.
Durante su discurso, el élder Matthew S. Holland subrayó la “herencia sagrada” que los estadounidenses disfrutan hoy, una bendición multigeneracional que les ha permitido escapar de la tiranía y la anarquía, alcanzando una “libertad ordenada” que ha fomentado avances sin precedentes en creatividad, prosperidad económica y libertad religiosa.
El élder Holland reflexionó sobre la historia de Estados Unidos, comenzando con el 4 de julio de 1776, un día que cambió el mundo cuando 56 hombres valientes firmaron la Declaración de Independencia, afirmando que “todos los hombres son creados iguales” e investidos por su Creador de “derechos inalienables”.
También destacó que esta igualdad inherente significaba que todos eran capaces de gobernarse a sí mismos. “La fuente de estos derechos es Dios. Este no es un asunto menor”, subrayó.
‘Mi mayor héroe y mejor amigo’
Rindiendo un tierno homenaje a su padre, el presidente Jeffrey R. Holland, quien asistió al devocional, el élder Holland recordó su juventud en un pequeño apartamento mientras su padre cursaba estudios de posgrado en la Universidad de Yale.
El élder Holland recordó su infancia y el aprecio que desarrolló por los fundadores de Estados Unidos gracias a su padre, quien le compró libros sobre la historia del país. “Mi mayor héroe y mejor amigo”, dijo sobre su padre. También enfatizó la importancia de reconocer que los derechos fundamentales provienen de Dios, una creencia que inspiró a los fundadores y les dio un sentido de misión universal.
Hay razones para la esperanza y el optimismo
El élder Holland señaló que aunque los desafíos actuales pueden parecer desalentadores, hay razones para la esperanza y el optimismo, basadas en la fe en Dios y en la decencia fundamental del pueblo estadounidense.
“Incluso en nuestra vida política debemos tratar de amar a Dios con todo nuestro corazón y amar a nuestro prójimo, e incluso a nuestros enemigos, como a nosotros mismos”, dijo, citando 1 Corintios 16.
Citando al presidente Dallin H. Oaks, el élder Holland subrayó la importancia de encontrar un equilibrio respetuoso entre derechos constitucionales y valores personales. Oaks declaró: “No soy un soñador poco realista. Creo que con el tiempo, con paciencia y buena voluntad, los derechos constitucionales y los valores personales en conflicto pueden ser llevados a un acuerdo mutuamente respetuoso”.
En conclusión, el élder Holland instó a la congregación a orar por el país, destacando que la herencia de libertad de Estados Unidos es una responsabilidad sagrada que debe ser apreciada y preservada para las futuras generaciones.
“Nuestra mayor fuente de esperanza es Dios mismo”, afirmó. Citando la canción ‘The Prayer’, dijo: “Cuando perdamos nuestro camino, llévanos a un lugar, guíanos con tu gracia, a un lugar donde estaremos a salvo”.
Fuente: Deseret News