Desde que fue llamado como profeta, el presidente Russell M. Nelson nos recordó una y otra vez que vivimos en los últimos días. Sus mensajes no fueron de miedo, sino de esperanza.
Nos mostró que prepararnos para la Segunda Venida de Jesucristo es una invitación a vivir con fe, paz y propósito.
Aquí recordamos 10 de sus enseñanzas que pueden ayudarnos a estar listos para lo que viene.
1. Cultivar la guía del Espíritu

El presidente Nelson enseñó que no podremos sobrevivir espiritualmente sin la influencia constante del Espíritu Santo. Su consejo fue aumentar nuestra capacidad de recibir revelación y aprender a reconocer la voz del Señor en lo cotidiano.
Nuestro Salvador y Redentor, Jesucristo, llevará a cabo algunas de Sus obras más maravillosas entre ahora y cuando vuelva de nuevo.
Veremos indicios milagrosos de que Dios el Padre y Su Hijo, Jesucristo, presiden esta Iglesia en majestad y gloria, pero en los días futuros, no será posible sobrevivir espiritualmente sin la influencia guiadora, orientadora, consoladora y constante del Espíritu Santo.
Mis amados hermanos y hermanas, les suplico que aumenten su capacidad espiritual para recibir revelación.
2. No postergar lo espiritual

Él nos invitó a hacer el trabajo espiritual ahora, porque “el tiempo se está acabando”. Buscar un testimonio personal del evangelio no es algo que pueda esperar.
Ahora bien, como Presidente de Su Iglesia, suplico a aquellos que se han distanciado de la Iglesia y a quienes aún no han buscado realmente saber que la Iglesia del Salvador ha sido restaurada. Realicen el trabajo espiritual para averiguar por ustedes mismos y por favor háganlo ahora. Se está acabando el tiempo.
3. Llenar nuestro almacén espiritual

Así como guardamos alimentos o ahorros, también debemos guardar fe y testimonio. La preparación más importante es arrepentirnos cada día y esforzarnos por ser más como Cristo, porque eso trae paz incluso en medio de las pruebas.
Por supuesto, podemos almacenar nuestras propias reservas de alimento, agua y ahorros; pero igual de crucial es nuestra necesidad de llenar nuestro almacén espiritual personal con fe, verdad y testimonio.
Nuestro máximo afán en la vida es prepararnos para comparecer ante nuestro Hacedor. Lo hacemos al esforzarnos diariamente por llegar a ser más semejantes a nuestro Salvador Jesucristo; y logramos eso conforme nos arrepentimos todos los días y recibimos Su poder purificador, sanador y fortalecedor. Entonces podemos sentir una paz y un gozo duraderos, incluso en épocas turbulentas. — Russell M. Nelson
4. Ser parte de la obra más importante

El profeta nos recordó que el recogimiento de Israel es el trabajo más importante sobre la tierra. Cada vez que ayudamos a alguien a acercarse a Dios, estamos participando en ese gran plan.
Durante siglos, los profetas han predicho este recogimiento, ¡y se está llevando a cabo ahora mismo! Como preludio esencial de la segunda venida del Señor, ¡es la obra más importante del mundo!
Cada vez que hacemos algo que ayude a alguien, en cualquier lado del velo, a hacer y guardar sus convenios con Dios, estamos ayudando a recoger a Israel.
5. Fortalecer nuestro fundamento

Vivimos tiempos de presión y confusión. Por eso, dijo que necesitamos una base espiritual firme en Jesucristo para resistir lo que vendrá.
Mis queridos hermanos y hermanas, estos son los últimos días. Si ustedes y yo vamos a resistir los peligros y las presiones venideras, es imprescindible que cada uno de nosotros tenga un firme cimiento espiritual edificado sobre la roca de nuestro Redentor, Jesucristo.
6. Crear impulso espiritual

Nelson habló de la importancia de tener ímpetu espiritual: obedecer, servir, ser humildes y agradecidos. Estas acciones sencillas nos mantienen avanzando con fe en un mundo lleno de distracciones y ataques espirituales.
Nunca hemos necesitado tanto ese ímpetu espiritual positivo como ahora para contrarrestar la velocidad a la que se están intensificando la maldad y las señales de los tiempos más tenebrosas.
El ímpetu espiritual positivo nos hará seguir avanzando por entre el temor y la incertidumbre que generan las pandemias, los tsunamis, las erupciones volcánicas y los enfrentamientos armados.
El ímpetu espiritual nos puede ayudar a resistir los ataques incesantes e inicuos del adversario y a frustrar sus esfuerzos por erosionar nuestro cimiento espiritual personal.
Hay muchas acciones que pueden generar ímpetu espiritual positivo; la obediencia, el amor, la humildad, el servicio y la gratitud son tan solo algunas de ellas.
7. Ser un pueblo digno y dispuesto

El presidente nos animó a honrar nuestros convenios y elegir a Cristo sobre el mundo. Prepararnos para la Segunda Venida significa vivir de tal manera que ya reflejemos la luz del Salvador.
Como he dicho anteriormente, el recogimiento de Israel es la obra más importante que se está llevando a cabo hoy en la tierra.
Un elemento crucial de este recogimiento es la preparación de un pueblo capaz, preparado y digno de recibir al Señor cuando Él regrese, un pueblo que ya haya elegido a Jesucristo por encima de este mundo caído, un pueblo que se regocije en su albedrío para vivir las leyes mayores y más santas de Jesucristo.
Les hago un llamado, mis queridos hermanos y hermanas, para que lleguen a ser ese pueblo recto. Aprecien y honren sus convenios por encima de todos los demás compromisos. Conforme dejen que Dios prevalezca en su vida, les prometo mayor paz, confianza, gozo y, sí, descanso.
8. Escoger bien a quién escuchamos

En un mundo lleno de voces, advirtió: no tomemos consejo de quienes no creen. La verdad se encuentra en las Escrituras, en los profetas y en la confirmación del Espíritu.
Al pensar de manera celestial, verán las pruebas y la oposición con otros ojos. Cuando uno de sus seres queridos ataque la verdad, piensen de manera celestial y no cuestionen su propio testimonio. El apóstol Pablo profetizó que, “en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”.
Los engaños del adversario no tienen fin. Por favor, estén preparados; no escuchen nunca el consejo de quienes no creen. Busquen guía en las voces en las que pueden confiar: en los profetas, videntes y reveladores y en los susurros del Espíritu Santo, que les “mostrará todas las cosas que deben hacer”. Por favor, esfuércense en lo espiritual para aumentar su capacidad para recibir revelación personal.
9. Hacer del templo una prioridad

Para él, nada fortalece más que adorar en la Casa del Señor. El templo nos protege, nos da claridad y nos acerca al Salvador. Nos ayuda a resistir la confusión del mundo.
Mis queridos hermanos y hermanas, esta es mi promesa: Nada los ayudará más a aferrarse a la barra de hierro que adorar en el templo con la regularidad que sus circunstancias lo permitan. Nada los protegerá más, cuando hagan frente a los vapores de tinieblas del mundo.
Nada reforzará más su testimonio del Señor Jesucristo y de Su Expiación, y nada los ayudará más a entender el magnífico plan de Dios. Nada calmará más su espíritu en los momentos de dolor. Nada abrirá más los cielos. ¡Nada!
10. Poner a Cristo en primer lugar

Finalmente, el presidente Nelson enseñó que nuestra máxima prioridad debe ser el discipulado. En un mundo lleno de distracciones, enfocarnos en Jesucristo nos da paz, protección y dirección.
Hermanos y hermanas, este es el momento de que ustedes y yo nos preparemos para la Segunda Venida de nuestro Señor y Salvador, Jesús el Cristo. Este es el momento de que hagamos de nuestro discipulado nuestra máxima prioridad. En un mundo lleno de distracciones vertiginosas, ¿cómo podemos hacerlo?
La adoración regular en el templo nos ayudará. En la Casa del Señor nos centramos en Jesucristo, aprendemos de Él, hacemos convenios de seguirlo, llegamos a conocerlo. Al guardar nuestros convenios del templo, obtenemos mayor acceso al poder fortalecedor del Señor. En el templo recibimos protección contra los embates del mundo. ¡Experimentamos el amor puro de Jesucristo y de nuestro Padre Celestial en gran abundancia! Sentimos paz y seguridad espiritual, en contraste con la turbulencia del mundo.
El profeta Nelson nos mostró que prepararnos para la Segunda Venida no significa vivir con temor, sino con propósito. Cada decisión diaria de seguir a Cristo nos acerca al día en que podremos verlo cara a cara.
Fuente: LDS Living




Gracias por su hermoso trabajo en hacer este resumen tan valioso del legado de nuestro amado Profeta para nosotros en estos últimos días