Esta tarde, el presidente Nelson compartió un mensaje en sus redes sociales sobre el verdadero propósito de celebrar Navidad:
Este año, la hermana Nelson y yo empezamos temprano a trabajar en nuestras ocupaciones navideñas de amor por nuestra familia. A principios de noviembre, Wendy anunció que estábamos listos para la Navidad. Mi respuesta instantánea fue: “Ah, ¡qué bien! Ahora podremos concentrarnos en el Salvador”.
Durante este año sin precedentes, cuando prácticamente todas las personas del mundo han sufrido los efectos de una pandemia mundial, no hay nada más importante que podamos hacer en esta Navidad que centrar nuestra atención en el Salvador y en el don de lo que realmente significa Su vida para cada uno de nosotros.
Nuestro amoroso Padre Celestial “de tal manera amó […] al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Luego el Hijo de Dios nos prometió que “aquel que vive y cree en mí no morirá jamás” (Juan 11:26). ¡Qué dones indescriptibles e incomparables del Padre y del Hijo!
Doy gracias a Dios por el don de Su Hijo Amado. Y agradezco a nuestro Señor Jesucristo Su incomparable sacrificio y misión. Durante Su primera venida, Jesús vino casi en secreto, pero en Su segunda venida, la gloria del Señor “se manifestará […] y toda carne juntamente la verá” (Isaías 40:5). Entonces Él regirá “como Rey de reyes y reinará como Señor de señores” (“El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles; véase también Apocalipsis 17:14).