El presidente Russell M. Nelson, líder y presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, padre de diez hijos, falleció el 28 de septiembre de 2025 rodeado de sus seres queridos. 

Aunque millones lo conocieron como profeta y maestro, en su familia fue recordado con palabras sencillas y profundas: “tranquilo, paciente y amoroso”.

El lado familiar de un profeta

El presidente Russell M. Nelson y su primera esposa, Dantzel White Nelson, en la Universidad de Utah en 1942. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El presidente Nelson se casó con Dantzel White en 1945, en el Templo de Salt Lake. Juntos formaron una familia de nueve hijas y un hijo.

Sus hijas cuentan que, a pesar de la gran cantidad de responsabilidades que tenía, siempre se tomaba el tiempo de estar presente en el hogar. No levantaba la voz, enseñaba con paciencia y transmitía confianza.

Russell M. Nelson y Dantzel Nelson dan la bienvenida a un nuevo bebé. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Su único hijo varón recordó con cariño: “Papá era la cabeza y mamá el corazón”. Así veía él la manera en que sus padres se entendían y se apoyaban día a día.

Después de la partida de Dantzel en 2005, Nelson se casó un año más tarde con Wendy Watson. Ella contó que él nunca fue un padre controlador, sino alguien que daba espacio y confianza para que sus hijos eligieran y aprendieran por sí mismos.

Un legado más allá de los púlpitos

El presidente Russell M. Nelson tuvo 57 nietos y 167 bisnietos. Imagen: Instagram

Además, tras el fallecimiento del presidente Nelson, sus nietos y bisnietos compartieron recuerdos que muestran la cercanía y ternura con la que vivieron al lado del líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en el ámbito familiar.

Una de sus nietas relató cómo su abuelo tenía la capacidad de hacer sentir a todos seguros y queridos.

“Su presencia cálida y tranquila era como un gran abrazo”. Imagen: Instagram

“Su presencia cálida y tranquila era como un gran abrazo”.

Recordó detalles cotidianos: cómo tocaba el piano de oído, enviaba tarjetas de cumpleaños y aniversario siempre puntuales, y cómo incluso lanzaba dulces desde el balcón en cada 4 de julio.

Para ella, lo más valioso fue aprender de él la importancia de amar “uno por uno”, al estilo del Salvador.

“Estoy orgulloso de llevar su nombre y me esforzaré por honrarlo”. Imagen: Instagram

Otra de sus homenajes fue la de su bisnieta, quien lo describió como “el hombre más dulce” que conoció. Aseguró sentirse afortunada de haber tenido una relación cercana con él y destacó su sentido del humor, su bondad y la forma en que trataba a cada persona con atención y cariño.

“Siempre nos llamaba por nuestro nombre y nos regalaba los abrazos más suaves”.

“Siempre nos llamaba por nuestro nombre y nos regalaba los abrazos más suaves”. Imagen: Instagram

Otro nieto expresó su tristeza por no poder volver a sentarse junto al presidente y escuchar directamente cuánto significaba la familia para él.

Sin embargo, compartió también la esperanza de su reunión con sus seres queridos en la vida venidera.

“Estoy orgulloso de llevar su nombre y me esforzaré por honrarlo”.

Estos recuerdos muestran un aspecto del presidente Nelson: más allá de su rol como profeta y líder mundial, fue esposo, padre, abuelo y bisabuelo.

Para su familia, deja un legado de fe, amor y atención en los pequeños gestos, recordándoles que una vida bien vivida es aquella en la que se ama de manera sencilla y constante.

Fuente: Church News

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@masfe.org Tu recuerdo estará para siempre con nosotros. Tus enseñanzas nos guiarán por generaciones. Los templos que anunciaste quedarán en esta tierra por la eternidad como testimonio de tu amor por la obra del Señor. Te vamos a extrañar, amado presidente Nelson ❤️‍🩹 #HastaVernosconelRey #RussellMNelson #MuereRussellMNelson ♬ sonido original – Masfe.org

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