En 2018, el reverendo Amos C. Brown conoció al presidente Russell M. Nelson, profeta de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. 

Aquel encuentro no fue casual, el presidente Nelson había ofrecido la ayuda de la Iglesia para restaurar la oficina del líder de derechos civiles Medgar Evers en Misisipi, un hombre que había marcado profundamente la vida del reverendo Brown.

Para él, ese gesto fue mucho más que un proyecto humanitario. Fue una muestra sincera del deseo del presidente Nelson de unir corazones más allá de las diferencias raciales o religiosas.

Un encuentro que marcó una amistad

El presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, recibe al reverendo Amos C. Brown en Detroit en 2019. Créditos: Scott G. Winterton. Imagen: Deseret News

El reverendo Brown había conocido a Medgar Evers cuando era adolescente. En esa misma oficina, años más tarde, asistió a su funeral, de pie junto al doctor Martin Luther King Jr. 

Por eso, ver al presidente Nelson preocuparse por preservar aquel lugar fue, para él, profundamente significativo. Esa acción fue el inicio de una amistad sincera. Con el tiempo, ambos líderes se conocieron, trabajaron juntos y desarrollaron un respeto mutuo. 

En 2019, el reverendo Brown presentó al presidente Nelson durante una convención de la NAACP en Detroit, y desde entonces se mantuvieron unidos por su visión compartida: hacer del mundo un lugar más justo y compasivo.

“Jesús lo hizo: alimentó al hambriento, liberó al cautivo y sanó al enfermo. El presidente Nelson hizo lo mismo, volvió real el Evangelio”.

La música que unió dos mundos

El reverendo Amos C. Brown y el president eRussell M. Nelson. Imagen: Scott G Winterton, Deseret

Uno de los momentos más memorables para el reverendo Brown fue un concierto en el Tabernáculo de Salt Lake City, donde el Coro del Tabernáculo se unió al coro de las universidades Morehouse y Spelman, instituciones históricas de la comunidad negra en Estados Unidos.

Entre los asistentes estaban Bernice King, hija de Martin Luther King Jr., y el decano Lawrence Carter, de la Capilla Internacional King. Cuando los coros cantaron Lift Every Voice and Sing junto a “¡Oh, está todo bien!”, las lágrimas llenaron el Tabernáculo.

Estos dos himnos, de dos tradiciones distintas compartieron un mismo mensaje: la fe puede sostenernos incluso en medio de la adversidad.

Un profeta que eligió el progreso

magen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Quienes conocieron al presidente Nelson lo describen como un hombre de fe y valentía, alguien que creía firmemente en la dignidad y el valor de toda persona. No buscaba el conflicto ni el protagonismo; trabajaba con serenidad, pero con propósito.

En palabras del reverendo Brown, el presidente Nelson fue:

Él fue un profeta del progreso, un hombre de paz que creyó en la dignidad y el valor de toda persona”.

Incluso en medio de la tristeza por su fallecimiento, el reverendo recordó que el presidente Nelson siempre enseñaba que la violencia nunca puede ser la respuesta. Su vida fue una invitación constante a vivir el Evangelio de manera práctica, recordándonos que la verdadera fe se demuestra sirviendo.

Una despedida llena de gratitud

El presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y su esposa, la hermana Wendy Nelson, se ríen con la reverenda Theresa Dear (izquierda) y el Dr. Amos Brown (derecha) en la 110.ª convención nacional anual de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color en Detroit, Michigan, el domingo 21 de julio de 2019. Créditos: Jeffrey D. Allred. Imagen: Deseret News

El 7 de octubre de 2025, el reverendo Amos C. Brown asistió al funeral del presidente Russell M. Nelson en el Centro de Conferencias de Salt Lake City, acompañado por otros dos líderes y amigos de la NAACP, la reverenda Theresa A. Dear y el reverendo Lawrence E. Carter Sr., decano fundador de la Capilla Internacional Martin Luther King Jr. en Morehouse College.

Entre miles de personas reunidas para despedir al profeta, estos tres líderes honraron la amistad y el legado de quien había tendido puentes entre comunidades y creencias.

El reverendo Brown recordó al presidente Nelson como

“Un agente de cambio y un profeta del progreso”

Mientras que la reverenda Dear lo describió como:

“Un gran oyente y un líder conciliador que invitó a la NAACP a la mesa”.

El reverendo Carter, por su parte, compartió que había aprendido del presidente Nelson que “todas las personas son iguales ante Dios”, citando el versículo de 2 Nefi 26:33 que inspiró gran parte de su ministerio. Para cada uno de ellos, el presidente Nelson fue un ejemplo de integridad, amor cristiano y fe en la igualdad divina de todos los hijos de Dios.

“Mi hermano de otra madre”

[De izquierda a derecha] Reverenda Theresa Dear; Presidente de la NAACP, Leon Russell y el Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
El reverendo Brown solía llamarlo con cariño su “hermano de otra madre”, una frase con la que expresa la unión espiritual que puede existir entre personas de distintas culturas y religiones cuando ambas buscan sinceramente seguir a Cristo.

Hoy, al recordar al presidente Nelson, el reverendo no solo honra a un líder religioso, sino a un amigo. Y nos deja un recordatorio que vale la pena repetir: Dios no nos pide levantar muros, sino tender puentes.

Fuente: Deseret News 

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