Esta semana, “The Atlantic”, una revista muy popular de Estados Unidos, publicó un artículo sobre una entrevista exclusiva con el presidente Russell M. Nelson. Esta entrevista fue concedida al escritor Santos de los Últimos Días, McKay Coppins.
Coppins comienza el artículo reconociendo que después de “estar en cuarentena y ver cómo el mundo se derrumbaba”, recordó los versos que solía cantar de niño, “sigue al profeta, deja el error”.
Estas palabras lo llevaron a explorar su fe en un extenso artículo en el que habla de diferentes temas. Desde José Smith y Brigham Young hasta la historia de la Iglesia y la candidatura de Mitt Romney a la presidencia.
El artículo explora lo que Coppins describe como “una búsqueda de asimilación”, ya que narra la experiencia de la Iglesia en las Américas desde la Primera Visión de José Smith en 1820.
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Debido a la oposición que enfrentaron en los primeros días de la Iglesia, los Santos de los Últimos Días lucharon por no ajustarse al estereotipo con el que se les definió.
“Si Estados Unidos pensaba que eran herejes no cristianos, los Santos mandarían a hacer una estatua de Jesús de 3,5 metros y la colocarían en la Manzana del Templo. Si Estados Unidos pensaba que los Santos eran desleales, inundarían las filas de las agencias militares y de inteligencia (en un momento de la historia, la Universidad Brigham Young fue la tercera fuente más grande de oficiales del ejército en el país)”, dijo Coppins.
El artículo cubre muchos aspectos de nuestra fe con gran detalle. Sin embargo, lo que realmente nos llama la atención es la entrevista con nuestro profeta, el presidente Russell M. Nelson.
“Cuando le pregunté qué les diría a las personas LGBTQ+ que sienten que la Iglesia no las quiere, me dijo: ‘Dios ama a todos Sus hijos, como tú y yo’ y ‘hay un lugar para todos los que eligen pertenecer a Su Iglesia.
No obstante, cuando le pregunté si la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo podría levantarse en algún momento, respondió: ‘Como apóstoles del Señor, no podemos cambiar la ley de Dios. Enseñamos Sus leyes. Él nos dio Sus leyes hace muchos miles de años, y no espero que Él las cambie ahora’”.
Sin embargo, el autor señala que a lo largo de su entrevista, en medio de respuestas a muchas preguntas difíciles, el presidente Nelson “predica un evangelio lleno de puntos positivos“.
Coppins escribe:
“Cuando le pregunté sobre el distanciamiento social que obligó a las iglesias a cerrar, respondió que los hogares pueden ser ‘santuarios de fe’.
Cuando mencioné la destrucción física causada por el virus, explicó cómo se deleita con los milagrosos mecanismos de defensa del cuerpo humano.
Al recitar un pasaje del Libro de Mormón: ‘Adán cayó para que los hombres existiesen; y existen los hombres para que tengan gozo’, el presidente Nelson ofreció un recordatorio, que parece más un llamado al arrepentimiento: ‘puede haber gozo en los momentos más tristes’”.
Si lo deseas, puedes leer el artículo completo (en inglés) aquí.
Fuente: LDS Living
