Podemos aprender mucho del presidente Gordon B. Hinckley, el décimoquinto presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Entre muchos de los rasgos que lo caracterizaron, llevó siempre una vida llena de positividad y buen humor.
La siguiente lista es una compilación de algunos momentos divertidos así como algunas lecciones de vida que este alegre presidente nos dejó y que no olvidaremos.
1. “Hace calor aquí”
Durante la conferencia general de octubre de 1993, el presidente Hinckley se disculpó por el calor que hacía en el tabernáculo e hizo un comentario muy gracioso sobre el arrepentimiento y el calor:
“El élder M. Russell Ballard, del [Cuórum de] los Doce [Apóstoles], acaba de compartir su discurso con nosotros.
Sabemos que el ambiente está caliente aquí. Lo lamentamos, pero esta temperatura no será nada en comparación si no se arrepienten”.
2. Nombrando caballero al presidente Eyring
En octubre de 2007, cuando el presidente Henry B. Eyring ocupó su nuevo asiento al frente del Centro de Conferencias después de ser sostenido como consejero de la Primera Presidencia, el presidente Hinckley bajó del púlpito y amorosamente lo nombró caballero dándole un ligero golpe en la cabeza con su bastón.
3. Como la última hoja de un árbol
En uno de los últimos discursos del presidente Hinckley en la conferencia general, comentó que se sentía como “la última hoja del árbol”, para luego hacer reír al público con una divertida frase:
“Me encuentro ya en el año 97 de mi vida; el viento sopla y me siento como la última hoja del árbol.
En realidad, mi salud es bastante buena, a pesar de todos los rumores que afirman lo contrario; médicos y enfermeras competentes me mantienen en buen estado; tal vez algunos de ustedes se vayan antes que yo.”
4. El desafío a un duelo al presidente Nelson
El presidente Hinckley sabía cómo usar el humor para animar a un público serio que necesitaba más alegría.
En una conferencia general, después del discurso del élder Russell M. Nelson que ejemplificaba su desarrollo espiritual personal como profeta, el presidente Hinckley desafió al élder Nelson a un duelo.
El presidente Hinckley mencionó bromeando:
“El hermano Nelson tiene razón cuando dijo que a nadie se le dice de qué hablar en estas reuniones. Se ha tomado muchas atribuciones. Lo desafío a un duelo en el sótano del Tabernáculo justo después de esta reunión”.
Más tarde, al final de la conferencia, el presidente Hinckley expresó:
“Hermano Nelson, me he arrepentido. Muchas gracias por sus amables palabras. Pospondremos el duelo”.
5. El buen humor y fe de Marjorie Hinckley en la conferencia para las mujeres
La esposa del presidente Hinckley, Marjorie, también tenía un muy buen humor.
En este video de una Conferencia para las Mujeres de 1999, las esposas e hijas de cada miembro de la Primera Presidencia compartieron su sabiduría y fe con las mujeres de la Iglesia.
La hermana Hinckley compartió algunas buenas bromas en medio de su sincero consejo.
Fuente: LDS Living