Charity Anderson y Andres Peñate, ambos de 18 años, se ganaron el corazón de los espectadores de todo el país durante su participación en World of Dance. Después de hacer historia con la primera puntuación perfecta en el programa, a inicios de esta temporada. Y, luego, ganar la división juvenil de World of Dance, la semana pasada. A pesar de que Anderson se rompió un dedo del pie, el dúo continuó compitiendo en la final del programa por el premio de 1 millón dólares.
Con una puntuación promedio de 94.3, la pareja quedó en tercer lugar mientras que The Lab ganó el codiciado primer premio.
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En una reciente entrevista con Deseret News, Andersen y Peñate explicaron cómo su fe como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días los ayudó en el programa.
Anderson respondió:
Cada vez que salíamos a la pista de baile, cada vez que hacíamos la coreografía, sentía constantemente que estaba orando. Siempre, antes de salir a la pista de baile, orábamos para que pudiéramos inspirar y llenar a las personas con un buen espíritu y ayudarlas a entender cómo nos sentíamos con este don que Dios nos dio.
… Especialmente, cuando me rompí el dedo [del pie], tuve que confiar en mi fe para ayudarme a través de esto porque sabía que no podía lograrlo sin Cristo. Mi padre me dio una bendición y sé que eso me ayudó. No creo que pudiéramos haberlo hecho tan bien como lo hicimos si no hubiéramos confiado en Cristo… Incluso, después de nuestras presentaciones, siempre nos asegurábamos de ofrecer una oración de gratitud porque todo lo que tenemos, nos lo dio Cristo y todo es suyo y todo es evidencia de Él. No creo que podamos tomar ningún crédito de nada.
Peñate agregó:
Sin lugar a dudas, siento que definitivamente no hubiéramos podido llegar hasta aquí sin Cristo. Realmente pienso que Él es quien nos impulsó hasta donde necesitábamos estar para que pudiéramos llegar hasta aquí, en la competencia.
Artículo originalmente escrito por y publicado en ldsliving.com con el título “Latter-day Saint Finalists on “World of Dance”: “We Definitely Could Not Have Made It This Far Without Christ.”
