En una entrevista para Page Six, Donny Osmond, artista Santo de los Últimos Días, habló sobre su amistad con Michael Jackson y el consejo que le dio para alcanzar el estrellato.
Osmond y Jackson se conocieron en una presentación con sus hermanos en Toronto, Canadá, en 1971, cuando tenían 13 años.
Ambos tenían muchas cosas en común: provenían de familias de cantantes, alcanzaron la fama a una edad temprana junto a sus hermanos, tenían giras, aparecían en televisión y anhelaban tener una infancia normal.
Sobre el día en que se conocieron, Osmond dijo:
“Recuerdo que Michael se asomó por un lado de la cortina [del escenario] mientras veía mi presentación. Al pensar en eso ahora, puedo decir que fue un momento muy sorprendente, pero en aquel instante lo sentí como: ‘Ahí está mi amigo mirándome justo en el escenario’”.
Luego, agregó que, temprano ese mismo día, estuvieron jugando como los adolescentes de 13 años que eran.
Un tiempo después, fueron juntos a ver la película “El cristal encantado”. Para ello, ambos se disfrazaron por sugerencia de Jackson para que no los reconocieran.
“Solo estábamos tratando de ser normales”, afirmó Osmond.
Entonces, expresó con melancolía:
“Esos fueron los momentos inocentes y maravillosos antes de que la vida se volviera difícil y complicada”.
Posteriormente, Osmond habló sobre los desafíos de crecer bajo el ojo público y que todos quieran tomar decisiones por ti.
“Probablemente, sea peor ahora de lo que solía ser, especialmente debido a las redes sociales. Pero, creo que lo que sucede es que te conviertes en un títere de tu imagen… Todo el mundo te dice cómo deberías ser. Es muy agotador… cuando quieres hacer algo y no puedes“, dijo.
A pesar de tener una familia Santo de los Últimos Días y su fe como una base sólida para sacar fuerzas, la presión lo afectó.
Asimismo, tener a un amigo como Jackson que atravesaba por las mismas dificultades que él y lo entendía, fue de gran ayuda.
Su amistad nunca se desvaneció con los años, incluso cuando la carrera de Osmond comenzó a estancarse. Ambos buscaron llegar al estrellato como solistas, pero el camino de Jackson parecía ser más prometedor.
Ese año, Michael lanzó su exitoso álbum “Thriller” mientras que Osmond no podía conseguir ningún contrato discográfico.
Entonces, Osmond le pidió un consejo al “Rey del pop”:
“Dije: ‘Mike, ¿cómo vuelvo a las listas? ¿Cómo puedo resurgir? Y él dijo: ‘Bueno, tienes que cambiar tu nombre. ¡Tu nombre es veneno!’”
En un principio, Donny consideró que el consejo era un tanto ofensivo y se resistió a seguirlo. Pero, 6 años después lo intentó y se dio cuenta de que su amigo siempre tuvo razón.
“Lo interesante fue que [Michael] me dio el consejo en 1983 y no fue hasta 1989 [cuando decidí hacerle caso], que [mi canción] ‘Soldier of love’ se convirtió en un éxito sin mi nombre. Así que, Michael tenía razón”, afirmó.
Los DJs de la radio se negaban a tocar las canciones de Osmond, pero la canción era buena. Así que, la pusieron, pero no dijeron quién era el cantante, hasta que fue un éxito.
Años más tarde, Osmond y Jackson tenían planes para grabar un cover de “I wish” de Stevie Wonder. Sin embargo, Michael tuvo que posponerlo porque enfrentaba cargos legales, de los cuales más tarde fue absuelto.
La última vez que hablaron fue cuando Michael lo llamó en 2008, un año antes de que falleciera.
“Le dije: ‘Mike, ¿dónde estás?’
Él respondió: ‘No puedo decírtelo’.
Le dije: ‘Mike, vamos. Estás hablando conmigo. ¿Dónde estás?’
Él dijo: ‘Por favor, no se lo digas a nadie, pero estoy en Phoenix. Alquilé un autobús de gira, recogí a mis hijos, vinimos hasta Phoenix y ahora mismo me estoy escondiendo’.
Dije: ‘Ese es un viaje de nueve horas hasta mi casa en Utah. Me encantaría que tus hijos vinieran a nadar con los míos. Aquí vas a poder tener una conversación maravillosa con mi esposa y conmigo. Eso traerá un poco de normalidad a tu vida’.
Y él dijo: ‘Realmente, necesito eso ahora mismo’. Pero, él nunca apareció”.
Finalmente, Osmond afirmó que el Jackson que conocía se había ido mucho antes de su muerte.
“Perdimos a un genio y no solo por su fallecimiento, sino por los cambios en su vida. Ese es el camino al que la gente te somete, te obliga a ser alguien que no eres en realidad. Sin embargo, el Mike que tengo en mi mente es el chico que conocí en Toronto”.