Con 2 metros de alto, se pensaba que el “mormón tormenta” Shawn Bradley, revolucionaría el baloncesto profesional. Sin embargo, después de una carrera llena de inconsistencia, el jugador más grande de la NBA se convirtió en un modelo de clavado.
El “mormón gigante” (otro seudónimo de Bradley) fue el segundo escogido para la selección del NBA de 1993. Como estudiante de secundaria de un pueblo pequeño de Castledale, Utah, Bradley fue uno de los jugadores más exitosos en la historia del estado. Se le otorgó el título “All-American” en muchos periódicos, incluyendo “USA Today”, “Parade Magazine” y “Street and Smith”. Bradley terminó su carrera en la secundaria con promedios de 20.3 puntos, 11.5 rebotes y 5.4 tiros bloqueados por partido.
Shawn Bradley asistió a la universidad de Brigham Young, donde fue el líder nacional en tiros bloqueados (177 en total). Como jugador de baloncesto universitario, Bradley recibió elogios y títulos por sus logros. Fue nombrado el jugador del año en la Conferencia Atlética del Oeste (WAC), y recibió los honores “All-WAC” por mejor equipo defensivo. El periódico “The Associated Press” incluyó a Bradley como un candidato al título “All-American”.
Después del primer año universitario, Bradley sirvió su misión en Australia. Al terminar su misión, optó por renunciar a la carrera de baloncesto universitario y se lanzó de inmediato a la selección del NBA en 1993.
Durante su carrera profesional, Bradley jugó en el centro para los equipos “Philadelphia 76ers”, “New Jersey Nets” y “the Dallas Mavericks”. Después de recibir 274 rechazos para Filadelfia, el “mormón tormenta” estableció el récord de la franquicia de más tiros bloqueados en una sola temporada. Al jugar con los Nets, se convirtió en el primer jugador de la historia de la NBA en registrar juegos consecutivos de dos dígitos de tiros bloqueados dos veces en una sola temporada. Después, al jugar para los Mavericks de Dallas, Bradley se convirtió en el quinto jugador en conseguir por lo menos 20 puntos, 20 rebotes, y 10 tiros bloqueados en un solo partido.
Pero el éxito de Bradley fue arruinado por la inconsistencia. Siguió igual de delgado como siempre, a pesar de los deseos de los entrenadores de que se volviera más macizo, lo cual significó que siempre fue un blanco para el otro equipo.
En un episodio de ESPN llamado “30 por 30”, buscaron a Bradley jubilado para analizar su carrera y echar un vistazo en su vida actual.
El semblante del ex jugador de la NBA se ve humilde y admite desvergonzadamente que sus críticos tenían razón: el baloncesto no es su prioridad número uno. “Nunca lo ha sido, y jamás lo será. Valoro a mi familia y a mi religión más que cualquier otra cosa”.
El episodio de “30 por 30” demuestra eso muy claramente. Su fe sale ganando en toda circunstancia.
Este artículo fue escrito originalmente por Gabriella Loosle y publicado en mormonhub.com con el título “Would You Pay $10.000 Not to Go to a Strip Club? Shawn Bradley Did.