En abril del 2016 en la sesión del sacerdocio de la conferencia, El Presidente Dieter F. Uchtdorf dijo, “plan de felicidad de Dios, no buscamos a alguien perfecto, sino más bien a alguien con quien, a lo largo de la vida, podamos trabajar conjuntamente a fin de crear una relación de amor duradera que sea más perfecta”.
La entrenadora de relaciones Alisa Goodwin-Snell extendió ese consejo a todos los Jóvenes Adultos Solteros de la iglesia en el reciente podcast de Mormon Channel Daily y explicó cómo una relación “perfecta” no debe ser el objetivo.
“No hace falta decir que cualquier persona con la que salgas o te cases no va a ser perfecta, y tampoco ustedes”, dijo Goodwin-Snell. “Y creo que una de las cosas más difíciles que nos damos cuenta a medida que nos hacemos mayores, y al salir y casarnos es que estamos tratando con mortales, personas con defectos que cometen errores y que dicen cosas poco amables algunas veces, y que no están a la altura del ideal perfecto que probablemente hemos creado en nuestras mentes”.
“Muchas veces las personas solteras piensan que si salen con el o la “mejor”, ellos son los mejores, y que van a obtener un mejor resultado. Y la verdad de la cuestión es que lo mejor de lo mejor no existe”, dijo.
En vez de esperar por una relación “perfecta” o el compañero “perfecto”, Goodwin-Snell advierte a los solteros a esperar por desafíos, desacuerdos, e imperfecciones, y a ver esos desafíos como algo bueno. Explicando la ley básica de la oposición, ella describió cómo los solteros quienes esperan una relación perfecta elimina la posibilidad de crecimiento.
Entre más nos afanamos por la perfección, más nos conduciremos hacia la ansiedad, y vamos a conducirnos lejos de nuestras relaciones”, Goodwin-Snell dijo. “La situación está en aprender a manejar estos temas juntos como una pareja, que es cómo debemos superar estas dificultades y llegamos a ser más. Así es cómo crecemos. Así es cómo llegamos a ser más como el plan de Dios”.
A pesar de que la búsqueda de la perfección es un objetivo digno, esperar por un esposo(a) “perfecto(a)” o por un matrimonio “perfecto” es un objetivo inmediato sólo conduce al desacuerdo y a la ansiedad. En vez de esperar por la perfección inmediata, esperen a la perfección final que se trabaja a través de sus desafíos, desacuerdos, e imperfecciones juntos.
En su discurso de conferencia, “Un elogio a los que salvan”, el Presidente Uchtdorf dijo, “Los grandes matrimonios se edifican un ladrillo por vez, día tras día, durante toda una vida. Y esa es una buena noticia. Porque no importa cuan plana pueda ser su relación en la actualidad, si siguen añadiendo piedras de bondad, de compasión, de escuchar, de sacrificio, de entendimiento y desinterés, eventualmente la pirámide podría empezar a crecer.
“Si parece tomar una eternidad, recuerden:¡los matrimonios felices se supone duren por siempre! Así que ¡no se cansen de hacer lo bueno porque están poniendo los cimientos de un gran [matrimonio]. Y de las pequeñas cosas proceden las grandes’”.
Este artículo fue escrito por Katharine Lyon para ldsLiving.com y traducido al español por Wendy Vianey Almazán Cano para mormonsud.com