Cuando La Iglesia de Jesucristo abrió una convocatoria de casting para los videos del Libro de Mormón, Paul Wuthrich audicionó para interpretar a Jesucristo. Quizá lo reconozcas por sus papeles en las películas Testigos, Seis Días en Agosto, Escape de Alemania y Raising the Bar: La historia de Alma Richards, que se estrena este mes en los cines de Estados Unidos.
Aunque otro actor obtuvo el papel del Salvador, Paul asegura que guarda un profundo agradecimiento por haber tenido la oportunidad de audicionar, además comentó:
“Honestamente, todo el proceso fue una experiencia única, y le tengo mucho cariño”.
En una entrevista a LDS Living, el actor compartió detalles sobre esta experiencia:
¿Cómo fue el proceso de audición?
Aunque toda audición requiere preparación, el hecho de postular para representar a Jesucristo implicaba un nivel especial de dedicación y espiritualidad.
En el caso de Paul, todo el proceso tomó alrededor de medio año. Primero envió una fotografía de perfil junto con información básica, y luego recibió un guion con pasajes extraídos directamente de 3 Nefi. Después envió un video interpretando las líneas asignadas y esperó novedades. Paul comenta:
“Seis semanas después, dos meses, tres meses después, recibías un mensaje diciendo: ‘Todavía estás en carrera’, y te pedían grabar más páginas”.
Tras unos seis meses de filtros, el equipo de producción de la Iglesia invitó a Paul y a otros dos actores a realizar una prueba de cámara en el set de cine en Provo, Utah.
“Hubo vestuario completo, maquillaje, y hasta rellenaron las partes irregulares de mi barba”.
Como parte de la prueba, Paul memorizó entre cuatro y cinco páginas de escritura y las interpretó en vivo frente a un equipo de filmación y un público, en el que incluso estuvieron presentes sus padres.
“Fue una experiencia increíble. Generalmente estudiamos sobre Cristo en tercera persona, pero estudiarlo para ser Él, para representarlo, requiere un cambio mental, porque estás en el rol de quien da y no de quien recibe”.
Además de memorizar líneas y decidir cómo interpretarlas, Paul agradeció poder prepararse espiritual y personalmente para la oportunidad.
“Hay mucha oración, hay ayuno, hay preparación espiritual para un papel así. Tuve que escribir mi testimonio, enviarlo a los comités de la Iglesia y demostrar dignidad personal… todo ese trabajo espiritual, además del trabajo actoral”.
Lo que Paul descubrió durante la audición
Mientras se preparaba y reflexionaba sobre los capítulos de 3 Nefi, Paul tuvo una revelación importante sobre el momento en que el Salvador ofreció sanar a la multitud en las Américas. Explica:
“Él les enseña durante varios capítulos y luego les dice: ‘Me voy a ir’. Pero al ver sus rostros, se da cuenta de cuánto deseaban que se quedara. Entonces les pregunta: ‘¿Hay entre ustedes enfermos? ¿Hay cojos, paralíticos, o quienes necesiten ser sanados? Tráiganlos para que los sane.’
Él ya sabía la respuesta, no solo por ser Cristo, sino porque acababa de interactuar personalmente con cada uno. Y pensé: ‘Si yo fuera Jesucristo y todo lo que quisiera fuera que estas personas sean sanadas, ¿por qué esperaría tanto para ofrecerles la sanación? ¿Por qué no lo hice desde el principio?’
Y entonces entendí: Cristo espera algo de nosotros. Me di cuenta de que, tal vez, no he estado esperando a Cristo en mi vida; tal vez Él ha estado esperándome a mí. Y esa fue una lección reveladora”.
Aunque no obtuvo el papel, Paul siente que la decisión final estuvo guiada por el Señor.
“La mano del Señor fue tan clara y evidente en las otras películas espirituales en las que participé, que tengo que confiar en que también estuvo presente al no conseguir este papel. Existe ese sentimiento de decir: ‘Padre Celestial, si es Tu voluntad que interprete este papel, espero poder hacerlo con honor. Y si no, confío en que tienes preparado algo más para mí’”.
Fuente:LDS Living
