«Wicked: Por siempre» no es solo otro musical llevado al cine. Tiene algo especial. Desde los primeros minutos, la historia de Elphaba y Glinda te envuelve con música, colores y emociones. Todo te recuerda, de alguna manera, lo que significa buscar tu lugar en el mundo.

Pero también es una película que conviene mirar con atención, sobre todo si vas con niños o adolescentes. Combina ternura con momentos intensos que necesitan a un adulto cerca.

Aunque está clasificada como apta para todo público, hay escenas que pueden sorprender a los más pequeños: peleas, caídas fuertes, armas, criaturas mágicas que impresionan y la muerte de un personaje que puede generar preguntas difíciles.

Imagen: Universal Pictures

También incluye una escena que sugiere intimidad entre dos personajes. No es explícita, pero sí evidente para un niño que observa todo.

La película dura casi tres horas, y para los niños más pequeños eso podría sentirse largo. Es posible que algunos se cansen o pierdan el ritmo en ciertos momentos.

Aun así, muchos padres podrían encontrar que la experiencia será más llevadera si entran con calma, hacen pequeñas pausas y acompañar a sus hijos con explicaciones cuando algo resulte confuso o demasiado intenso.

Más allá de los momentos sensibles, lo más valioso de Wicked está en su mensaje. Elphaba, con todas sus luchas, nos recuerda cuántas veces juzgamos a alguien por su apariencia o por rumores sin fundamento.

Imagen: Universal Pictures

Su historia enseña que somos hijos e hijas de un Padre Celestial que nos conoce de verdad. Él mira el corazón, no las etiquetas.

La amistad entre Elphaba y Glinda tampoco es perfecta. Como en la vida real, requiere paciencia, perdón y decisiones difíciles. Y el tema de elegir el bien cuando nadie te aplaude… bueno, lo entiende cualquiera que intenta vivir su fe con sinceridad.

La película también habla de esperanza. En medio de la confusión, el rechazo y la pérdida, siempre aparece una luz que empuja a los personajes a seguir adelante.

Imagen: Universal Pictures

Ese tipo de mensaje nos conecta con algo profundo: la certeza de que incluso las historias complicadas pueden transformarse. La vida da muchas vueltas, pero la luz de Cristo puede enderezarlas.

Si decides verla con tu familia, puede convertirse en una oportunidad hermosa para conversar. Pregúntales qué sintieron, qué entendieron, qué les hizo pensar en ellos mismos o en Dios.

Con jóvenes adultos, abre preguntas más grandes: ¿qué significa ser auténtico?, ¿cuánta valentía tengo para defender lo correcto?, ¿cómo puedo amar a quienes son incomprendidos?

Al final, «Wicked: Por siempre» no solo entretiene. Deja algo en el corazón. Una mezcla de música, emoción y reflexión que te acompaña cuando sales de la sala.

Recursos: The Every Mom y People.com,

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