Los miembros llegaron a conocer al Presidente Gordon B. Hinckley (1910-2008) a través de su consejo y servicio, su sentido del humor, su amor y su previsión. Sin embargo, un nuevo vistazo a sus diarios revela hechos e historias adicionales que nunca habían oído antes sobre el 15º Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
1.- Una vez tuvo que dormir en un aula.
El Élder Jeffrey R. Holland del Quórum de los Doce Apóstoles ha declarado que la frase “las cosas saldrán bien”, podría haber sido la más repetida del Presidente Hinckley para sus amigos y familiares. Este optimismo lo llevaría a través de innumerables situaciones.
Una vez se quedó con un presidente de estaca cuya familia vivía en una antigua escuela que habían convertido en su hogar. Esa noche, un salón de clases sirvió como dormitorio del Presidente Hinckley. Durante la conferencia de estaca al día siguiente, él bromeó: “He dormido en muchas ocasiones en aulas, pero nunca en una cama”.
2.- Él tenía un amor especial por la juventud de la iglesia.
Durante los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002, poco antes de reunirse con el presidente de Alemania, el Presidente Hinckley hizo una visita especial a una joven de 13 años en su cumpleaños. Ella estaba sufriendo una grave enfermedad. “Tuvimos una visita encantadora”, escribió. Le dije que la recordábamos en nuestras oraciones.
3.- Aplazó un vuelo a casa para visitar a los miembros de la iglesia en Saipan.
En su camino a casa, después de un viaje de 18 días en los que habían visitado ocho naciones en Asia y el Pacífico, el Presidente Hinckley descubrió que su avión haría escala en Saipan para cargar combustible. Aunque no era una escala programada, él y su esposa se tomaron el tiempo para reunirse con los 10 misioneros y 60 miembros de la Iglesia que residían allí.
4.- Él admiraba la habilidad que tenía su esposa de comunicarse bien con grandes audiencias.
Después de que sus cinco hijos crecieron, los Hinckley usualmente viajaban juntos. Cuando regresaban a casa, después de haberse reunido con los misioneros, con frecuencia la Hermana Hinckley hacía llamadas telefónicas sorpresa a los padres de estos. “Marge sabe cómo decir las cosas que complacen y ayudan a la gente”, escribió en su diario el Presidente después de una Conferencia Regional. “El resto de nosotros predicamos mientras que ella simplemente habla con ellos”.
5.- Su amor por plantar árboles continuó hasta los noventa años.
“Tengo que plantar algunos árboles cada primavera”, escribió el Presidente Hinckley a la edad de 82 años. “Creo que he hecho esto al menos los últimos cincuenta años… hay algo maravilloso en un árbol que comienza de algo tan pequeño y crece a través de las estaciones. Proporciona la sombra de los calientes rayos del sol de verano. Lleva fruta deliciosa. Lleva a cabo el notable proceso de la fotosíntesis. …Un árbol es una de las creaciones notables del Todopoderoso. “Pocos días antes de celebrar sus 91 años, escribió en su diario “no necesito plantar más, pero lo haré, esa es mi naturaleza”.
Lea el artículo completo en la revista Ensign para aprender más sobre este amado profeta de Dios a través de sus diarios.
Artículo publicado en la revista Ensign con el título 5 Things Revealed in Gordon B. Hinckley’s Journals
Traducido por Rebeca Martínez Pineda