El Élder Dieter F. Uchtdorf fue un miembro de la Primera Presidencia muy querido por todos durante los últimos 10 años. Como muestra de gratitud por su servicio memorable, nos gustaría sobresaltar algunas de las maneras en las cuales él ha magnificado su llamamiento y ha bendecido a los miembros de la iglesia durante su tiempo en la presidencia.
Su apoyo y ayuda hacia los miembros alrededor de todo el mundo
Durante los últimos 10 años, el Élder Dieter F. Uchtdorf ha recorrido el mundo ministrando a los santos de los últimos días después de desastres naturales, ha participado en el servicio humanitario de la iglesia animando a los santos en sus países distantes y ha encontrado el tiempo para amar y servir individualmente a los miembros de la iglesia.
Ya sea durante una charla fogonera local, una conferencia de estaca, o en un evento mundial de la iglesia, el Élder Uchtdorf siempre se ha asegurado de expresar su amor por los miembros de la iglesia individualmente. Un ejemplo reciente de su ministerio hacia los necesitados se ve claramente en este mensaje que compartió después de las inundaciones en Houston, Texas:
Acabo de dejar el área de Houston, Texas, donde las inundaciones causadas por el huracán Harvey causaron pérdidas catastróficas. Aunque todos hemos visto fotos y videos de la destrucción, es muy poco lo que se puede comprender de la inmensidad del daño que ha sido causado. Es desgarrador.
A pesar de esta prueba tan intensa, gracias al Salvador y a todos los que lo siguen, siempre hay un motivo para tener esperanza. Por siempre estaré inspirado por todos los actos desinteresados de servicio humanitario que he presenciado hoy…
Quiero dirigirme directamente a todos mis amigos de Houston, pero también espero que este mensaje pueda ser útil para ustedes donde quiera que se encuentren. Si sus propias inundaciones espirituales están aumentando y no saben hacia donde ir, el Señor les ha dado un mensaje tranquilizador de esperanza:
“no temáis, rebañito; haced lo bueno; aunque se combinen en contra de vosotros la tierra y el infierno, pues si estáis edificados sobre mi roca, no pueden prevalecer. Mirad hacia mí en todo pensamiento; no dudéis; no temáis. ” (DyC 6:34, 36)
La esperanza nos sostiene durante la angustia. La esperanza nos enseña que hay una razón para regocijarnos cuando todo parece oscuro alrededor de nosotros.
Y para todos aquellos que sufren, que se sienten desanimados o preocupados, les digo con amor y con una gran preocupación, no se rindan.
Nunca se rindan.
Nunca permitan que la desesperación supere su espíritu.
Amigos míos, abrazen y confíen en la esperanza de Israel, porque el amor del Hijo de Dios traspasa todas las tinieblas, suaviza todo dolor y alegra cada corazón. Los amo y es mi oración que puedan encontrar esperanza en estos tiempos difíciles.
Este artículo fue escrito originalmente por LDS Living Staff y fue publicado por ldsliving.com, con el título: “6 Things We’ll Never Forget from Elder Uchtdorf’s Time in the First Presidency”
