Hoy es un día especial para los Santos de los Últimos Días, ya que celebramos un aniversario más de la restauración de la iglesia del Señor en la Tierra.
Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra, estableció Su Iglesia entre Sus seguidores.
Después de Su crucifixión y de la muerte de Sus apóstoles, la plenitud del Evangelio se quitó de la Tierra debido a la Apostasía.
Durante los siglos de la Gran Apostasía, muchos hombres y mujeres buscaron la plenitud de la verdad del Evangelio. No obstante, no pudieron hallarla y, aunque muchos predicaron con sinceridad acerca del Salvador y Sus enseñanzas, nadie tenía la plenitud de la verdad ni la autoridad del sacerdocio de Dios.
Sin embargo, el 6 de abril de 1830, el Señor restauró la plenitud del evangelio y organizó Su iglesia nuevamente en la Tierra a través de su siervo José Smith en Nueva York, Estados Unidos.
Los acontecimientos de la Restauración
Este es un resumen de algunos de los acontecimientos importantes de la restauración del Evangelio y del establecimiento de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la cual el Señor ha declarado que es “la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra” (DyC 1:30).
Principios de la primavera de 1820
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A sus catorce años, José Smith deseaba saber la verdad del evangelio y a qué iglesia unirse. Así que, oró a Dios en una arboleda cercana a su hogar en Palmyra, Nueva York.
Como respuesta a su humilde oración, nuestro Padre Celestial y Jesucristo lo visitaron y le dijeron que no debía unirse a ninguna de las iglesias existentes sobre la Tierra en aquella época. (Véase José Smith—Historia 1:11–19)
En la Iglesia nos referimos a esa experiencia como la Primera Visión de José Smith.
21–22 de septiembre de 1823
Dios envió un ángel para que visitara a José Smith. Este ángel llamado Moroni le habló a José Smith sobre acontecimientos futuros y el registro del Libro de Mormón, que fue escrito en planchas de oro.
El ángel le permitió a José Smith ver las planchas de oro, las cuales habían sido enterradas en el cerro Cumorah, cerca de su hogar. (Véase José Smith—Historia 1:27–53)
22 de septiembre de 1827
En el cerro Cumorah, el ángel Moroni le entregó a José Smith las planchas de oro después de haberse reunido con él cada 22 de septiembre durante los cuatro años anteriores. (Véase José Smith—Historia 1:53, 59)
15 de mayo de 1829
Después de leer sobre el bautismo para la remisión de los pecados y trabajar en la traducción de las planchas de Dios, José Smith y su escriba, Oliver Cowdery, fueron a un lugar apartado para preguntar al Señor en cuanto al asunto.
Allí, en las orillas del río Susquehanna, cerca de Harmony, Pensilvania, ambos recibieron la respuesta a su oración.
Juan el Bautista, un ser resucitado, los visitó como “un mensajero del cielo en una nube de luz”.
Él les confirió el Sacerdocio Aarónico. Luego, al obedecer las instrucciones que él les dio, ambos hombres se bautizaron el uno al otro y se les ordenó el Sacerdocio Aarónico. (Véase José Smith—Historia 1:68–72; véase también DyC 13)
Mayo de 1829
Los apóstoles de la antigüedad Pedro, Santiago y Juan confieren el Sacerdocio de Melquisedec a José Smith y Oliver Cowdery. (Véase DyC 128: 20)
Junio de 1829
Guiado “por el don y el poder de Dios” (DyC 135: 3), el profeta José Smith terminó la traducción del Libro de Mormón.
26 de marzo de 1830
En Palmyra, Nueva York, salieron a luz los primeros ejemplares del Libro de Mormón.
6 de abril de 1830
Se organizó la Iglesia en Fayette, Nueva York, iniciándose con seis miembros.
27 de marzo de 1836
Se dedicó el Templo de Kirtland, el primer templo construido en esta dispensación. El profeta José Smith ofreció la oración dedicatoria, la cual recibió mediante revelación. (Véase DyC 109)
3 de abril de 1836
El Salvador apareció ante José Smith y Oliver Cowdery en el Templo de Kirtland.
Asimismo, aparecieron Moisés, Elías y Elías el profeta y dieron las llaves del sacerdocio a José y Oliver.
Elías el profeta trajo las llaves del poder de sellamiento, con las cuales las familias pueden ser selladas para siempre. (Véase DyC 110)
La restauración de la iglesia del Señor tuvo un comienzo humilde. No obstante, el hecho de que se restaurara la revelación en la Tierra junto con la autoridad de Dios para realizar ordenanzas de salvación, fue el momento más importante desde los días en que nuestro Salvador subió a los cielos.
Para otras personas, hoy puede parecer un día común. Sin embargo, para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el 6 de abril es un día para recordar con gratitud.
Celebramos la realidad de que nuestro Salvador nos ama y llama profetas en nuestros días para guiar Su Iglesia. ¡Feliz 6 de abril!
Fuente: Churchofjesuschrist.org e Instagram