¿A quién no le han roto el corazón? Casi todos conocemos ese sentimiento de decepción, frustración y tristeza.
Sin embargo, a pesar de que las cosas se vean terribles, siempre hay algo bueno que podemos rescatar de esas situaciones que nos hacen sentir mal.
Creo que no hay mejor maestro que el dolor, que nos permite abrir los ojos y ver la realidad. ¡Estas son 7 lecciones que nos deja un corazón roto!
Lección 1: NO se le entrega el corazón a CUALQUIERA
También te puede interesar: Dios usa el rechazo para alejar de tu vida a personas que no pertenecen a tu futuro
Después de una fuerte decepción, uno comienza a ser más selectivo con respecto al compañero que escoge. Y, por más cruel que suene, quizás ese golpe era necesario para mejorar tus estándares como hijo o hija de Dios.
Cada vez que escojas a alguien como un potencial compañero eterno, recuerda el dolor que sentiste antes para que mejores tu enfoque. Tal vez, sea necesario que hagas una lista de las cosas que no volverás a tolerar.
Lección 2: Todo tiene su TIEMPO y NO debes apresurar las cosas
Ya sé que es demasiado trillado decir que “el tiempo de Dios es perfecto”, pero es así. Cada cosa buena tiene su momento y debemos ser pacientes porque si tomamos decisiones a lo loco, volveremos a cometer el mismo error.
“El que es paciente muestra gran discernimiento; el que es agresivo muestra mucha insensatez”. (Proverbios 14: 29)
Lección 3: Lo que NO FUNCIONA, no se debe forzar
Lo que es para ti, no tendrás que forzarlo, se dará sin que siquiera lo imagines. Así que, no intentes encajar en un lugar que no es para ti.
Veamos un ejemplo sencillo y práctico, cuando te pones un zapato que no es de tu talla, ¿qué haces? Te lo quitas y te pruebas otro, ¿cierto? Porque si te quedas con unos zapatos que son de una talla menos te sacarán ampollas, te lastimarán el pie y no podrás caminar, avanzar.
Así sucede con nuestras relaciones, si quieres progresar, busca a alguien de tu talla. No hay forma de no encontrarlo, si vivimos cumpliendo con el Señor.
Lección 4: A Dios no le puedo quitar el PRIMER lugar de mi vida
Cuando pones a Dios en primer lugar suceden dos cosas:
(1) Todo lo demás viene por añadidura, incluso el compañero o la compañera que esperas:
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. (Mateo 6: 33)
(2) Todo toma el lugar que le corresponde:
“Cuando ponemos a Dios en primer lugar, todos los demás aspectos de nuestra vida pasan a tener la posición que les corresponde o desaparecen de ella”. – Ezra Taft Benson
Así que, no esperes más, pon a Dios como prioridad y verás los cambios que deseas en tu vida. Claro está, que en este proceso debemos tener mucha fe y disposición, pero tú puedes, siempre lo que vale la pena cuesta.
Lección 5: No se puede entrar en una relación, si no estás LISTO
Ya lo has escuchado antes de las autoridades generales:
“Conviértete en la persona que quieres tener a tu lado”. – David A. Bednar
Antes de buscar lo que quieres en los demás, comienza por convertirte en aquello que deseas ver en tu compañero eterno.
Trabaja en tu personalidad y carácter, estudia, encuentra un empleo, ejercítate, emprende, ahorra, viaja, haz todo lo que necesites para sentirte pleno.
Y, cuando sientas que no necesitas un compañero para ser feliz, lo habrás entendido todo, estarás listo para complementar la felicidad de alguien más y juntos serán más que felices.
Lección 6: Mi ESPERANZA no puede estar en lo que un hombre me dijo, sino en lo que Dios me PROMETE
Solo Dios puede ver tu valor infinito, así que no te desanimes si alguien te rechaza. Esa persona solo te ve con los ojos de un hombre natural. En cambio, Dios es tu creador y sabe de qué estás hecho.
Así que, no te dejes llevar por los comentarios de los demás y recuerda que lo que más importa es lo que piense Dios de ti, no el resto.
Lección 7: Antes de ABRIR mi corazón, debo preguntarle a Dios
“Consulta al Señor en todos tus hechos, y él te dirigirá para bien; sí, cuando te acuestes por la noche, acuéstate en el Señor, para que él te cuide en tu sueño; y cuando te levantes por la mañana, rebose tu corazón de gratitud a Dios; y si haces estas cosas, serás enaltecido en el postrer día”. – Alma 37: 37
Dios está para ti, es tu Padre y sabrá cómo dirigirte, exponle tus deseos y Él te dirigirá para bien. Cuéntale todo como si fuera tu amigo y enviará impresiones a tu corazón sobre cómo actuar.
Si te gustó este artículo, ¡compártelo con tus amigos!
Fuente: Instagram